Independencia restaura fachadas de sus edificios emblemáticos

piscina universidad de chile luciano kulczewskiPor Álex Miranda Henríquez, El Mercurio.

La piscina escolar de la Universidad de Chile y la iglesia Los Carmelitas son la puerta de entrada a la comuna. Por eso, el municipio busca recuperar este patrimonio dañado por el tiempo y el descuido.

En la intersección de Independencia con General Borgoño se inauguró, en 1920, la iglesia del Niño Jesús de Praga, popularmente conocida como la de Los Carmelitas. Fue construida por el padre Juan Rufo de San José y, cuando estuvo terminada, se convirtió en la primera sede de los padres Carmelitas en Chile y Sudamérica.

Nueve años más tarde, durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo y al otro lado de la calle (en Independencia con Av. Santa María), se inauguró la Piscina Escolar de la Universidad de Chile. La construcción es obra del célebre arquitecto chileno de origen polaco Luciano Kulczewski. Y la idea era crear, en diferentes puntos de la capital, lugares donde practicar la natación.

Hoy, ambas construcciones están deterioradas por el paso del tiempo, los terremotos y la polución del aire. Los problemas más notorios los tienen sus fachadas, por lo que tanto la Municipalidad de Independencia como la Universidad de Chile han iniciado trabajos de restauración, mediante proyectos cofinanciados. “La mitad la paga el organismo que impulsa el proyecto, la otra fue conseguida por fondos concursables del Consejo Nacional de Cultura y las Artes (CNCA)”, indica el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán.

La restauración de la piscina tiene un costo de $240 millones, de los cuales $120 millones fueron cubiertos por el CNCA. “Queremos limpiar y recuperar el color original del inmueble. Hicimos varios estudios y se concluyó que algunas partes del edificio, en sus comienzos, tenían un color verde agua; mientras que otras, un color más ocre, algo que en la actualidad es imperceptible”, dice Daniel Muñoz, actual titular de la Dirección de Deportes y Actividad Física de la Universidad de Chile.

La iglesia, por otra parte, requirió de unos 85 millones de pesos para la limpieza de su fachada, donde el CNCA cubrió $42,5 millones. “No se trata de dejar como nuevas sus paredes, sino que de limpiar respetando el paso del tiempo”, dice Yure Ayala, contratista del proyecto, quien explica cómo es la innovadora técnica que usan: “Se basa en la proyección de un abrasivo a presión baja, algo así como la del agua de la llave. A pesar de esto, el proceso no demora más”. Junto con eso, tanto en los muros de la piscina como en los de la iglesia se usará tecnología antigrafitis.

Otro problema asoma para las dos construcciones: el entorno. Por eso, el alcalde ya impulsó un plan. “Estamos instalando cámaras de vigilancia en esa esquina. También pensamos construir una plazoleta en el costado del edificio de Kulczewski, para crear un espacio público, además de erradicar el comercio ambulante, cosa que ya se comenzó a hacer”, señala Duarte.

En todo caso, el alcalde no planea terminar acá su trabajo de restauración de Independencia: “Es un primer paso en un proyecto grande de patrimonio. Ahora queremos seguir remodelando algunos edificios emblemáticos de la comuna”.