Sequía: sanitarias aseguran que aún no está en riesgo el abastecimiento de agua para hogares

sequia sanitariasPor S. Sottorff, L. Adriasola y A. Barría, El Mercurio.

El consumo residencial representa el 5% de toda el agua que se usa en el país

“Si no llueve, vamos a tener problemas en el largo plazo”, reconoce Guillermo Pickering, presidente del gremio que agrupa a estas compañías, que aguardan expectantes la llegada del fenómeno de “El Niño”.

En un primer cuadro, la imagen de un frondoso y flamante pedazo de césped regado durante una hora. Al lado, el mismo césped rociado solo por quince minutos. ¿La diferencia entre ambas imágenes? Absolutamente ninguna.

Es la campaña que impulsa la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), el gremio de las compañías distribuidoras de agua potable, para intentar concienciar a los chilenos sobre la grave sequía que afecta a gran parte del país. El objetivo es demostrar que con algunos cambios de hábito, la crisis puede ser atenuada.

La campaña, lanzada con avisos en la prensa escrita, vía pública y redes sociales, aparece en un contexto en el que pese a los malos pronósticos meteorológicos, el abastecimiento de agua para las zonas urbanas aún no corre peligro, asegura Guillermo Pickering, presidente ejecutivo de la entidad.

“La industria sanitaria ha hecho todo lo que está a su alcance para abordar esta situación, y el fenómeno de “El Niño” debería traer un poco de alivio. Pero si no llueve, vamos a tener problemas a largo plazo”, advierte Pickering, quien precisa que hoy solo el 5% del agua que se consume en Chile es para uso humano o residencial. El resto corresponde a labores productivas, como la industria o la agricultura.

“Desde hace años que venimos advirtiendo que esto no es una sequía, sino un efecto grave del cambio climático. Por lo tanto, es muy distinto tratar un problema como transitorio a uno que es de carácter permanente. Tenemos que convencernos de que el clima cambió”, sentencia el dirigente gremial.

El actual escenario hídrico es de tal gravedad, que el 56% de las comunas del país (194 de 346) está bajo el estado de emergencia agrícola, lo que ha obligado al Ministerio de Agricultura a disponer medidas para enfrentar las pérdidas en ese sector. Además, hace un tiempo la Presidenta Bachelet nombró al ingeniero comercial y doctor en economía Reinaldo Ruiz -subsecretario de Agricultura entre 2008 y 2010- como Delegado Presidencial para los Recursos Hídricos. Junto con coordinar a varios ministerios, su principal labor es formular planes, programas y medidas para garantizar la adecuada gestión de los recursos hídricos.

Consultado ayer por “El Mercurio”, Ruiz se limitó a decir que comparte el diagnóstico de las empresas sanitarias.

La crisis también inquieta a los alcaldes, que ayer instaron al Gobierno a tomar medidas para combatir la sequía. De hecho, ayer, en el marco del Día Mundial del Agua, los ediles agrupados en la Asociación Chilena de Municipalidades presentaron una propuesta a la Presidenta Bachelet que incluye un “plan de nacionalización del agua”, la creación de un Ministerio de Recursos Hídricos y el fortalecimiento institucional de los municipios para crear ordenanzas municipales sobre el derecho al uso del agua.

Crisis
Prácticamente todas las regiones tienen escasez de agua. Sin embargo, el déficit es más grave en Curicó, Temuco y Valdivia.

Gobierno amplía zonas de emergencia agrícola B 9

”Hace años venimos advirtiendo que esto no es una sequía, sino un efecto grave del cambio climático. Por lo tanto, es muy distinto tratar un problema como transitorio a uno que es de carácter permanente”.
GUILLERMO PICKERING Presidente ejecutivo de Andess

El 30% de los agricultores de Quillota dejó de producir por culpa de la sequía y las pérdidas podrían alcanzar los US$ 800 millonesEn la provincia de Quillota, Región de Valparaíso, según datos de los agricultores de la zona que conforman la Tercera Sección de Regantes del río Aconcagua (Quillota, La Cruz, La Calera, Hijuelas, Nogales, Limache y Olmué), el 30% de los 4.600 productores, en su mayoría pequeños parceleros, ha dejado de trabajar sus predios debido a la prolongada sequía y las casi nulas posibilidades de contar con agua de riego en los próximos meses.

Algunos sobreviven con pequeños huertos y se alimentan de sus diezmados rebaños y gallineros, mientras que otros optaron por abandonar sus tierras y ofrecerse como jornaleros en predios más grandes, los que sobreviven gracias a los pozos profundos.

La Tercera Sección cuenta con 20 mil 792 hectáreas de superficie bajo riego. En la zona hay 15 canales de regadío, pero todos permanecen secos gran parte del tiempo. Desde diciembre último reciben agua del río Aconcagua durante 36 horas, una vez a la semana, que en la práctica “no son más de 24 horas”, según explica el ex presidente de los agricultores de Quillota y actual gerente de la Junta de Vigilancia, Santiago Matta.

El presidente de los regantes, Walter Riegel, comenta que el agua que reciben una vez a la semana “es producto de un acuerdo con los regantes de la Primera y Segunda Sección del río (en las provincias de Los Andes y San Felipe)”. Riegel dice que la ayuda “no llega a todos los sectores”. Se estima que las pérdidas acumuladas en los últimos seis años de sequía bordean los US$ 800 millones.

Las soluciones que los agricultores proponen son a largo plazo y radican en construir el embalse Puntilla del Viento, en la cabecera del río Aconcagua, y el embalse Catemu, que les permitiría guardar el agua acumulada en invierno para usarla en el verano.

Pese a su gran vocación agrícola, la V Región no tiene embalses de regadío. El primero será el de Chacrillas, que debiera comenzar a operar en 2016, captando aguas del río Rocín. Solo favorecerá a regantes de Putaendo.

El delegado para los recursos hídricos en la región, Marcelo Herrera, indica que pese a los esfuerzos que se han hecho para ayudar a los agricultores, “el déficit de agua de riego es muy grave”. Herrera dice que se justifica decretar Estado de Catástrofe, y asegura que las soluciones de largo plazo, como construir embalses, están siendo abordadas por el Gobierno.

Sombrías proyeccionesMerma. Alrededor de 400 milímetros menos de lluvia en la zona centro-sur del país proyecta un estudio elaborado por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), el cual analizó el futuro del clima y el impacto que el cambio climático tendrá en el país entre los años 2030 y 2059.

Efectos. Para Chillán, por ejemplo, en 15 años más, las precipitaciones caerían hasta en 43% y en 35 años bajarían hasta en 46%. En Santiago, en tanto, el déficit hídrico llegaría hasta el 57% en 2030, mientras que en 2050 alcanzaría al 66%.

Temperaturas. El resto de las regiones presenta un panorama similar respecto de las lluvias. En cuanto al calor, eso sí, tanto las temperaturas mínimas como las máximas se elevarían en torno a los 2°.

Macizos. Los primeros en sufrir los efectos de este cambio serán los glaciares, reservas naturales de agua que ya están en proceso de pérdida de masa, además del deshielo de nieve desde la cordillera.

Nuevo escenario. Las nuevas condiciones climatológicas -más cálidas y secas- se darían independiente de cuál sea el escenario de emisión de gases de efecto invernadero, según detalla el estudio dirigido por Ricardo Alcafuz, jefe de Investigación y Meteorología Aplicada de la DMC.