Las cifras de la bicicleta en Santiago: respuesta a Louis de Grange

Lyon

Por Nicolás Valenzuela, Secretario de Planificación de la Municipalidad de Providencia.

Lamento que el amigo Louis de Grange siga diciendo cosas que no son rigurosas respecto al transporte en la ciudad y el uso de la bicicleta. En entrevista junto a Mauricio Hofmann en Radio ADN durante la mañana del miércoles 4 de marzo, planteó varios errores. Cuando la paranoia del “súper lunes” y del “súper miércoles”, y todo lo “super-duper” hace que hablemos más de transporte en los medios, tenemos que aprovechar para conversar y debatir rigurosamente.

Quisiera comentar varias aseveraciones de Louis, en el contexto de un debate fraterno:

(1) Dijo: “Lo que hay que hacer en Santiago es construir más autopistas”.

ERROR

La mayoría de la investigación y de las tendencias en política pública a nivel global señalan lo contrario ¡No debemos inducir más demanda de viajes en automóvil sino promover modos no motorizados y transporte público!  Es de especial importancia tomar en cuenta la “paradoja de Downs-Thomson” (explicada, por ejemplo, por Arnott y Small en su paper de 1994), que explica cómo la creación de nuevas vías no implican descongestión, sino todo lo contrario: el aumento de oferta de infraestructura induce que crezca la demanda por ésta. Por algo en varias ciudades del mundo están demoliendo autopistas. Podemos inducir demanda para otros modos, como la bicicleta, ocupando este mismo fenómeno a nuestro favor: generando más infraestructura segura para distintos tipos de usuario. Al respecto, datos del 2014 que comentaré más abajo señalan que en Santiago por cada 10 viajes en bicicleta entre hombres se hacen solo 3 entre mujeres, lo que nos hace preguntarnos por el espacio público y las amenazas que trae, generando desigualdades de género como éstas. ¡más infraestructura si, pero no para autos!

(2) Dijo: “La bicicleta es un modo marginal y no una alternativa de transporte porque representa el 2,7% de los viajes diarios en Santiago”

DISCUTIBLE

¡Esos datos son de hace 9 años! Hoy no hay actualización de esa misma encuesta, que es la encuesta Origen-Destino de SECTRA. Otras muestras, como la Encuesta Nacional de Medio Ambiente del 2014, señalan un 7% de viajes diarios en la Región Metropolitana realizados en bicis (10% entre hombres y 3% de mujeres). Incluso en la encuesta del 2006 en sectores de menores ingresos había una persona pedaleando por cada dos al volante. También sabíamos que en sectores de menores ingresos se pedaleaba 4 veces lo que en el sector oriente. Incluso la EOD del 2006 hay que mirarla en detalle.

Aunque el uso de la bicicleta era menor (casi 8 veces menos viajes diarios que el automóvil) lo cierto es que los desplazamientos en este modo son más importantes a medida que disminuye el ingreso de los hogares. En la encuesta a la que hace referencia Louis, esto queda claro al mirar los sectores de la ciudad: mientras el porcentaje de viajes diarios en bicicleta es 2,7% del total, en el sector oriente esta cifra baja a 1,2% mientras que sectores como el norte y sur están sobre el promedio con 4,4% y 3,1%, respectivamente. La opción de la bicicleta por necesidad, queda reflejada también en que su presencia como modo de transporte aumentaba del 2,7% a 4,5% promedio cuando el motivo del viaje es el trabajo.

En el sector Norte del Area Metropolitana de Santiago, por ejemplo, los viajes en automóvil no alcanzan a ser 4 veces más que aquellos realizados en bicicleta, mientras que en el AMS en promedio la relación es de más de 7 a 1. En la misma zona norte, los viajes diarios de quienes manejan su propio automóvil apenas duplican a los que los hacen en bicicleta. Por la encuesta sabemos también que en los sectores y hogares de menores ingresos se camina más. Es decir, los modos de transporte no motorizados son más importantes a medida que disminuyen los ingresos.

 (3) Dijo: “En las grandes ciudades como Santiago la bicicleta no es alternativa”, en base a que en Santiago no llegaba al 3% de los viajes.

ERROR.

Eso depende de las políticas de cada país, y no es lineal: en Berlín es un 13%, en Múnich un 14%. En ciudades con menos uso de bicicleta, como Londres, el alcalde se fijó la meta de 5% para 2025, con políticas directamente enfocadas en ello. Otros urbanistas pro auto como Marcial Echenique, nos califican de “ingenuos” porque al mirar los países y su ingreso per cápita, mayor riqueza significa tenencia de más automóviles. ¡Eso es evidente! Pero lo que no mira Echenique es que no es lineal la cantidad de autos que se tiene con la cantidad de viajes diarios realizados en auto. ¡La cifra que tenemos que mirar es la partición modal de las ciudades, no su tasa de motorización, que solo nos habla de propiedad pero no de uso!

En Copenhague tienen el doble de autos que en Santiago, pero el 26% de los viajes se hace en bicicleta (pedalean casi cuatro veces más, o diez veces más si pensamos en las cifras de 2006 a las que hace referencia Louis”. Los alemanes tienen cuatro veces más autos que los santiaguinos, pero en Berlín pedalean el doble que nosotros. ¡Esto no es lineal, es la economía política del transporte! Acá hay decisiones que tomar. Si nos compramos la idea de que “todo ya está determinado”, entonces seguiremos caminando hacia un futuro insustentable. Son estos debates que estamos dando los que definen eso.

Finalmente, Louis acusa de “ideológicos” a quienes estamos impulsando la bici: la mirada negativa sobre la ideología es acusarla de servir para ocultar la verdad para imponer una verdad. Yo creo que los que están haciendo eso son otros, recurriendo a datos que no son ciertos y verdades a medias.

Quiero aclarar mi respeto por Louis, y mi coincidencia (y la de muchos) en otras ideas como promover la expansión de la red de Metro, sin embargo, estos comentarios merecen discusión. En todo caso, lo más claro es que detrás de los modos de transporte y la manera en que hacemos funcionar nuestra ciudad hay decisiones que tomar: eso significa que son decisiones políticas. Si a lo que se refiere Louis es a eso, hay que contestarle claramente: ¡Si, Louis, el transporte es político!