Ferrocarriles debe gastar $300 millones al año por los rayados de grafitis a sus trenes

rayados metroPor H. Cisternas, P. Gutiérrez y M. Vega, El Mercurio.

La mayor cantidad se concentra en los carros del Metro Regional Valparaíso, filial de EFE:

La Empresa Puerto Valparaíso anunció la presentación de una querella contra quienes vulneraron la seguridad de los recintos portuarios para dañar los carros del servicio Rancagua Xpress.  

De los servicios de transporte de pasajeros que tiene la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), los trenes que registran la mayor cantidad de rayados con grafitis son los correspondientes a la filial del Metro Regional Valparaíso (Merval). Estos son constantemente atacados en estaciones y en recintos de mantención por grupos organizados que se han propuesto dejar sus marcas en lo que ellos llaman “murallas movibles”.

En ciertas ocasiones graban en video su actuar para exhibirlo como un trofeo. Se ha llegado a contar grupos de hasta 15 personas, algunas de las cuales se encargan de obstaculizar el cierre de las puertas del Merval para prolongar la detención y concluir sus rayados.

Tras el daño provocado en la madrugada del domingo a los carros que aún permanecían en los recintos portuarios de Valparaíso, pocas horas después de haber sido desembarcados para ser utilizados en el nuevo servicio Rancagua Xpress, EFE informó ayer que anualmente se deben destinar $300 millones en la limpieza y repintado de los trenes atacados, aparte de las acciones legales y de todos los gastos relacionados con estos delitos.

De ese total, el mayor monto se concentra en los trenes del Metro Valparaíso, que alcanza a $230 millones al año. El resto se distribuye en Terra Sur, Metrotrén Santiago-San Fernando, Expresos Maule (Santiago-Linares) y Biotrén, en Concepción, que esporádicamente son blanco de los grafiteros.

Querella por ingreso recinto portuario

A diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, cuando los ataques se producen en terrenos ferroviarios, la acción del domingo sucedió en el interior de los recintos portuarios de la concesionaria Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL). El grupo de ocho personas que vulneró la seguridad portuaria traspasó las rejas desde la Estación Bellavista luego de cortar una alambrada.

La empresa estatal Puerto Valparaíso (EPV) anunció ayer que presentará una querella contra quienes resulten responsables de lo ocurrido en sus recintos y manifestó su preocupación por la vulneración a los perímetros de seguridad de su concesionario. Cristián Calvetti, gerente de Asuntos Corporativos de EPV, indicó que es obligación que “nuestros concesionarios cumplan a cabalidad los contratos, que implican entre otras cosas brindar las medidas de seguridad necesarias para evitar hechos como este”.

La empresa solicitó a TCVAL antecedentes sobre el procedimiento de seguridad aplicado.

Luego del ataque a los carros fue arrestada Eva Luna Godoy (19), quien portaba tarros de pintura spray .

Después del control de detención, quedó en libertad y se fijó una audiencia para una salida alternativa el 23 de diciembre. Durante la audiencia efectuada el domingo en el tribunal de garantía de Valparaíso, Eva Luna Godoy se declaró inocente y dijo que solo había tomado fotografias del hecho.

 Transantiago y empresas destinan millonarias sumas por vandalismo

Más de 6.000 grafitis mensuales se registran en los buses de Alsacia Express, lo que representa un gasto de $13,2 millones para borrarlos. Lo que es peor, los antisociales están reemplazando los plumones por elementos más difíciles de eliminar. “En muchos de los casos, el rayado se hace sobre los vidrios con elementos abrasivos, como lijas u otros, lo que nos obliga al cambio de los vidrios, pues no hay manera de recuperarlos”, afirmaron en la empresa.

El asesor legal de la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano en Superficie (Actus), Juan Carlos González, agregó que “los daños son de baja cuantía, entonces, para la justicia no pasa de ser una simple falta. Como tampoco hay cámaras en la mayoría de los buses, la única prueba con que se podría contar es con el testimonio del conductor, que en la mayoría de las veces prefiere no testificar, por temor a represalias”.

En Transantiago este año se han gastado más de $142 millones para reparar paraderos vandalizados y rayados. Los ejes intervenidos son Grecia y Santa Rosa donde se repusieron asientos y cenefas.

En el Metro, desde enero a la fecha se han registrado 49 casos de rayados a trenes, que obligaron a la empresa a gastar $9 millones.

Según grafiteros, mientras más osado es el rayado, más admirado es entre sus pares

El valor del riesgo. Para grafiteros consultados por los rayados a los nuevos vagones del “Rancagua Express” en Valparaíso, el objetivo principal de esta acción es ser vistos por sus pares, quienes admiran si la ejecución es en un lugar de difícil acceso y si existe un alto riesgo de ser detenido. Creen que la “intervención” se hizo en el tren, porque al estar en movimiento, recorrería la ciudad y podría ser vista en distintas partes.

M.M. (26) hace murales en el barrio Yungay desde hace 8 años. Dice que él pide permiso en cada lugar que “interviene” con sus dibujos, pero que en el mundo del grafiti, quien es más audaz en el sitio que deja su marca, es más respetado, “en especial entre los jóvenes, los que están partiendo”.

“Johnny T” (29) se hace llamar un hombre que hace rayados en el centro de Santiago. Cuenta que comenzó a los 13 años. Usaba más que nada plumones. Su meta era “firmar” las micros y ser como sus referentes. “Sé que hago un acto vandálico”, asegura.

Las herramientas principales que usan son plumones y latas de spray. Para rayar una muralla gastan 6 mil pesos en promedio.

La jerga del mundo grafitero es amplia. “Tag” es el nombre, la firma personal de cada autor. Esta debe ser reconocida por los demás. Los rayados de este fin de semana en Valparaíso corresponderían a un “flop”, que es una firma del autor/es, con un diseño elaborado, coloreado, mientras que “bombardear” significa “armarse” con plumones, aerosoles, y salir a rayar las calles sin ser vistos por la policía.