Gobierno evalúa construcción de un segundo túnel en El Melón

Por Julián Mazzucco, Pulso.

Autoridad precisa que otro paso “tiene atributos positivos respecto al tráfico en la zona”. Expertos estiman que la inversión rondaría los US$250 millones.

Si bien el Túnel El Melón actualmente es administrado por Endesa, su contrato finaliza en 2016 y, por ello, el Ministerio de Obras Públicas se encuentra realizando estudios para decidir el futuro de esta concesión. Dentro de ellos, la autoridad baraja la posibilidad de que el próximo operador tenga que construir un segundo conducto, que permita tener un paso en cada sentido.

“Incluir un segundo túnel como una obra para la relicitación del Túnel El Melón es una posibilidad. Cuando uno aborda las soluciones es necesario evaluarlas todas. Hoy es un solo túnel que va en ambos sentidos; que tiene una tarifa que se ve como alta”, indica el coordinador de Concesiones, Eric Martin, quien explica además que “un segundo túnel tiene atributos positivos respecto al tráfico en la zona. Entonces, es una alternativa que claramente no lo descartamos y estamos trabajando en los flujos para tomar una decisión”.

Esta obra, que es la primera concesión realizada en el país, además, representa uno de los cuatro contratos que tendrá que relicitar el actual Gobierno en su periodo, junto con el aeropuerto de Santiago, la Ruta Nogales-Puchuncaví y la Autopista del Sol.

En 1993 se firmó el contrato por 23 años de duración y, según los expertos, la construcción bordeó los US$100 millones.

Hoy, desarrollar un túnel tiene un costo de US$100 millones por kilómetro y, de construirse uno con la misma extensión que el actual, se necesitarían unos US$250 millones.

“Dado el costo que tendría esta infraestructura y considerando los flujos actuales, no veo mucha justificación para hacer otro túnel”, afirma Louis de Grange, académico de la UDP.

Según el experto vial, resultaría más interesante “relicitar y condicionar a mejoras de estándar y seguridad” la obra y junto con ello, contemplar en el contrato “un gatillador para que a futuro, cuando la capacidad del actual túnel se vea superara, el nuevo operador tenga que construir el segundo”.

En la misma línea, Lucas Palacios, ex subsecretario de Obras Públicas, coincide con la idea de un gatillador de nuevas inversiones para adecuar la infraestructura al aumento de la demanda: “Me parece más sano tener una herramienta como ésta y no tener que recurrir a un convenio complementario como se hace usualmente”.

No obstante ello, Palacios sostiene que condicionar la relicitación a la construcción de un segundo túnel sería correcto. “A mi juicio, los cuellos de botella en la Ruta 5 Norte tienen que ver con el túnel. Si bien habría que revisar los flujos, sería interesante considerar esta opción más aún pensando que se están proyectando terceras pistas que aumentaría la demanda en dicha ruta”, remata.

El ministerio se encuentra analizando la demanda actual y cómo se proyecta ella. Pero, tal como lo ha mencionado el propio ministro Alberto Undurraga, la idea sería pensar en infraestructura a largo plazo.