Buenas ideas: Plataforma de Dialización Oceánica para descontaminar los océanos

Cortesía de Cristian Ehrmantraut

“El plástico es un material extremadamente durable, biodegradable en 500 años, pero diseñado para un uso de 5 minutos promedio, por lo que es botado, y pocos saben dónde va a parar esta gran masa de basura… a los océanos, matando y destruyendo de manera silenciosa, incluso a nosotros”.

En medio de este contexto, el proyecto desarrollado por Cristian Ehrmantraut se constituye como un prototipo de plataforma flotante que filtra el océano absorbiendo el plástico. Ubicada a 4 km de las costas de la Isla de Pascua, Chile -debido a su localización cercana al centro del mega-vórtice de plástico del pacífico sur-, la plataforma tetraédrica de dialización permitiría recuperar el medio ambiente natural además de producir su propia energía y alimento.

Cortesía de Cristian Ehrmantraut

Descripción del Arquitecto *. La razón fundamental del proyecto nace a partir de una realidad que pocos conocen, pero afecta a todos: La cultura de lo desechable, y como principal actor, el plástico.

A partir de la década de los 60, el plástico paso a ser parte de nuestro día a día, permitiéndonos, entre otras cosas, alargar nuestra esperanza de vida. Tras esta estupenda realidad, se encuentra el hecho de que es un material extremadamente durable, biodegradable en 500 años, pero diseñado para un uso de 5 minutos promedio, por lo que es botado, y pocos saben dónde va a parar esta gran masa de basura, a los océanos, matando y destruyendo de manera silenciosa, incluso a nosotros.

Hoy en día existen seis mega-vórtices de plástico flotantes, cinco entre continentes y un sexto cerca del ártico, siendo el más grande el del Pacífico Norte, con un tamaño similar al de Brasil (8.5 millones de km²), con un espesor de 10 metros, hogar perfecto para el Halobates (insecto que ha tenido crecimiento exponencial descontrolado y se alimenta de zooplancton, en otras palabras, está eliminando la base de la cadena alimenticia).

Sistema Interno

En el centro del vórtice del Pacífico Sur se encuentra Rapa Nui. Toneladas de micro-basura plástica llega en cada ola (Informe Especial – TVN – Plástico, el doble filo), lo que la convierte en un lugar estratégico para comenzar la limpieza global de océanos. Te pito o te henua es el verdadero nombre de la isla, significa ombligo del mundo, al cual llegan más de 50.000 turistas anualmente de todas partes del mundo, por lo que se convertiría en el referente mundial de la nueva ecología universal, lo queramos o no, ésta va a ser enfocada a limpiar el desastre por los siguientes 1000 años (Documental Charting the garbage patches of the sea). Este esfuerzo incluye a la arquitectura, que no sólo va a tener que ser energéticamente sustentable, además de no contaminar, sino que por sobre todo, la cualidad de limpiar.

En este marco, el proyecto se constituye como un prototipo de plataforma flotante que filtra el océano absorbiendo el plástico, situada a 4 km frente a las costas de la isla, protegiéndola de este incesable ataque.

Plataforma Explotada

Desde el diseño de la sub-estructura, basada en la aplicación de la lógica de M.E.F. en una manera similar al fractal de Sierpinski pero en 3 dimensiones, con el fin de lograr la coordinación total de la estructura de elementos pequeños y prefabricables. Hasta su forma tetraédrica general simple, limpia, involcable, indeformable y estática.

En el ámbito conceptual también ocurren cosas interesantes, como lo es la verticalidad del espacio en un estado natural, en el solo hecho de hundirse, pudiendo ver el cielo desde bajo el nivel del mar. También fueron considerados aspectos de irrupción de la horizontalidad en una medida no invasiva, lo que se traduce en un volumen no superior a un barco carguero, quedando así la zona de programa habitable en la superficie y la zona de reciclaje hundida. Esto es aprovechado como estrategia para precipitar el océano hacia adentro, directo la zona de reciclaje, utilizando filtros de gravedad para separar el agua del plástico, para luego que éste se procese en líneas de reciclaje obteniendo un producto terminado como lo sería un ladrillo de plástico, tejas, o cualquier elemento que pueda ser utilizado para mejorar la calidad de vida de quienes tienen menos. Sobre la zona habitable hay huertas para producir comida y no desabastecer la isla (considerando que trabajan 65 personas). Sobre ésta hay un techo formado de celdas fotovoltáicas.

Para capturar el plástico y atraerlo a la plataforma se diseñó un sistema modular de barreras ondulantes, que utilizan el oleaje para separar lo vivo de lo inerte al mismo tiempo que produce energía, éstas pueden replicarse por la longitud que se necesite, ya que deja el libre paso de peces, embarcaciones, etc., y así necesitar sólo una plataforma cada varios kilómetros lineales, esto principalmente debido a los colosales tamaños de las corrientes oceánicas.

El océano es dinámico, se mueve, por lo que no es necesario que la plataforma lo haga, esto significa que eventualmente, toda el agua va a pasar por la misma zona, por lo que la disposición de una serie de plataformas funcionando sistemáticamente y abarcando cientos de kilómetros lineales, sería una buena manera de comenzar a arreglar el desastre que todos hemos hecho.

Manos a la obra.

* Proyecto de título de la Universidad de Chile

Arquitecto: Cristian Ehrmantraut
Profesor Guía: Yves Besançon, Universidad de Chile