Las cuatro similitudes entre los puentes Chacao y Malleco

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.

Los separa más de un siglo, pero los unen varios rasgos:

Ambos diseños se licitaron, tienen piezas fabricadas en el exterior, y son un hito de conectividad de su respectivo tiempo.

“Este grandioso monumento marcará en las generaciones venideras la época en que los chilenos sacudieron su tradicional timidez y emprendieron la obra de un nuevo engrandecimiento”. Así, el Presidente José Manuel Balmaceda inauguró el 26 de octubre de 1890 -frente a cientos de ciudadanos vestidos con trajes de cola y sombreros de copa- el que hasta ahora fue el puente más emblemático del país: el viaducto sobre el río Malleco.

Ayer, 124 años después, el Gobierno entregó los terrenos en que, por los siguientes 2.379 días, se construirá otro viaducto: el puente Chacao. Dos proyectos que comparten rasgos relevantes:

Conectividad: La principal coincidencia entre ambas obras es de orden estratégico: ambas buscan mejorar la conectividad física del territorio nacional. Según el ingeniero Adonis Subiabre, autor del libro “Viaducto del Malleco, monumento de la ingeniería mundial”, el proyecto ferroviario “fue clave para la consolidación económica de varias ciudades al sur del río Malleco, como Victoria y Temuco”. El puente Chacao busca extender en forma continua la Ruta 5 al sur de Chiloé, para conectar la isla con el continente.

Ingeniería: Pese a que el puente Chacao promete, incluso, el uso de robótica en su armado, el método constructivo será el mismo usado en el viaducto de La Araucanía. Sus materiales principales serán diseñados en el extranjero, pero el armado final se hará en el estrecho. Además, la instalación del tablero será igual a la plataforma ferroviaria; es decir, mediante el sistema de “viga lanzada”, en que las partes colgantes se van empujando y soldando desde los extremos.

En el caso del viaducto del Malleco, sus piezas fueron calculadas y construidas en 1886 en los talleres de Le Creusot, Francia. Luego se enviaron por vía marítima hacia el puerto de Talcahuano, y desde ahí, por vía férrea hacia Collipulli, donde eran cargadas en mulas y yuntas hasta el Malleco.

Licitación: En ambos casos, el diseño final surgió mediante un concurso público. El del Malleco fue dirigido por el entonces embajador en París, Alberto Blest Gana, quien abrió la postulación. Tres firmas calificaron, entre ellas la de Gustave Eiffel, pero la ganadora terminó siendo Le Creusot, entonces incipiente diseñadora de obras en acero.

En el caso del puente Chacao, al menos diez consorcios internacionales se interesaron en construir el “puente colgante más largo de Sudamérica” en dos procesos de licitación.

Entremedio, una similitud singular. Según Subiabre, el Malleco también tuvo respaldo de seguros internacionales, dados los riesgos que encerraba. De hecho, en agosto de 1888 se hundió en Valparaíso el buque que trasladaba la viga 2, obligando al seguro a restituir parte del millón y medio de francos que había costado la obra. En el caso del Chacao, la faena está garantizada por US$ 690 millones.

Proyecto país: Al igual que en el Malleco, que impulsó el Presidente Balmaceda desde que era ministro del Interior hasta llegar a la Presidencia, en el caso del Puente Chacao, Ricardo Lagos lo puso como pilar de su gestión como ministro del MOP, al encargar los estudios en 1995 y luego autorizó la primera licitación en 2002, ya como Presidente.