Rayados en el patrimonio: Santiago reforzará medidas de seguridad para combatirlos

Por Lucía Adriasola C., El Mercurio.

Museo de Bellas Artes es uno de los recintos más afectados

Más cámaras, mayor vigilancia y nuevas casetas de seguridad son parte de los planes contemplados por el municipio.

“Los rayados son tétricos… muy feos. Muestran una situación de mucha marginalidad, sobre todo de los jóvenes que hacen esto; la verdad es que es algo que llega a partir el corazón”.

Mientras la turista española Cecilia Gougain intenta sacar una foto limpia del frontis del Museo de Bellas Artes -única zona que mantiene solo un grafiti-, no deja de lamentarse sobre el deplorable estado de los entornos del palacio. Símbolos, firmas y rayados ininteligibles parecen ser parte de este edificio patrimonial, construido a principios del siglo XX.

Una triste realidad que, si bien conmueve a los extranjeros, al director del recinto, Roberto Farriol, ya no le llama la atención. “Los rayados en el exterior son un problema histórico con el que hemos tenido que convivir, y que representa una gran preocupación para nosotros”, confiesa.

Los han borrado al menos una decena de veces, pero vuelven a aparecer una y otra vez. La oscuridad del Parque Forestal y la soledad de la calle Ismael Valdés Vergara han facilitado que los delincuentes se apoderen de sus murallas y se expresen con spray rojo, blanco y verde. Ahora trabajan en un plan para borrarlos nuevamente, aunque sea por poco tiempo.

Solo que ahora hay una luz de esperanza. Desde noviembre pasado, el museo forma parte del programa de Recuperación de Fachadas, iniciativa de la Municipalidad de Santiago que pretende devolverles los colores originales a este y a otros 19 edificios emblemáticos de la comuna.

La piedra de tope en este caso está en el Consejo de Monumentos Nacionales, organismo que debe dar la autorización para restaurarlo. Una vez limpio, el municipio otorgará una capa de barniz antirrayados, que permite borrar cualquier grafiti, tal como ya se ha hecho con la Iglesia San Francisco y la Universidad de Chile.

Sin embargo, no todos los edificios patrimoniales recibirán esta ayuda. El Club de la Unión, que en la actualidad luce más rayado que nunca, no forma parte del plan, pues no es un edificio de administración pública. Y eso que, al igual que el palacio de Bellas Artes, sufre de rayados desde hace más de 10 años, confiesan sus guardias.

Claro que nunca como ahora, sobre todo por el costado que da a Bandera, donde se desarrollan faenas de la construcción de la futura Línea 6 del Metro. Las tapias instaladas en el lugar crearon una especie de callejón que ha permitido que delincuentes rayen a destajo, amparados en la ausencia de seguridad y de cámaras de vigilancia.

Frente a ello, la municipalidad informó que una vez que estén restaurados los 20 edificios seleccionados -que incluyen al Palacio Consistorial y a la Iglesia de La Merced, entre otros- se hará un plan de gestión para sumar nuevas cámaras a las 70 que hay en la comuna, al tiempo que se reforzará la seguridad en los puntos más conflictivos con vigilancia móvil o casetas de seguridad. A ver si así, por primera vez, disminuye el vandalismo que sufren esos muros.

$30 millones es lo que invertirá el municipio este año para erradicar los grafitis en la comuna.