Los avances y desafíos tras los primeros diez años de las comunas más nuevas del país

Por Sebastián Henríquez, El Mercurio.

Creadas en 2004:

Comparten hitos en esta década, como haber construido plazas y lograr una identidad propia.

A diez años de su creación, Alto Hospicio (Región de Tarapacá), Hualpén y Alto Biobío (ambas de Biobío) y Cholchol (La Araucanía), las comunas más jóvenes de la administración pública, enfrentan la “pubertad” con desafíos propios de urbes grandes: seguridad ciudadana, ordenamiento urbano y posicionamiento cultural y turístico como motores de su desarrollo.

Hacerse cargo de los problemas iniciales de cada comuna fue como dar a luz a un recién nacido con padres primerizos. En muchos sentidos, hubo que comenzar de cero.

Alto Biobío partió funcionando en ocho cabañas que el primer alcalde, el dirigente pehuenche Félix Vita, tuvo que arrendar a privados. Y Cholchol, donde la población mapuche alcanza un 80%, su edil gestionaba el municipio desde el único teléfono del pueblo, que a esa fecha apenas contaba con una calle pavimentada.

Ambas comunas lograron un salto importante en esta primera década: Alto Biobío, desgajada de Santa Bárbara, ya tiene energía eléctrica y los vecinos de Cholchol cuentan con el 78% de sus calles y veredas pavimentadas.

En Hualpén, el primer alcalde electo fue el caudillo local Marcelo Rivera, quien cumplió dos períodos antes de ser condenado por delitos de corrupción.

Por su parte, Alto Hospicio vio multiplicada su población en una década, y sus principales desafíos están en satisfacer la creciente demanda en servicios de salud de sus habitantes, seguridad pública y administrar aspectos tan domésticos como la basura que genera la ciudad y ordenar su explosivo crecimiento urbano.

Cholchol salió del aislamiento

Cuando se separó de Nueva Imperial, Cholchol contaba con solo un aparato público y apenas diez cuadras de la calle principal estaban pavimentadas.

Antes de recobrar su calidad de comuna -funcionó como municipio entre 1922 y 1927-, los vecinos de Cholchol solo tenían dos frecuencias de buses al día.

A diez años de su creación, el 78% de sus calles ya tiene pavimento, mejoró la conectividad en materia de comunicaciones y suma 400 nuevos vecinos.

Un desafío para el municipio -dirigido por Luis Huirilef- es potenciar la educación en una comuna cuyo 70% es de origen mapuche.

Alto Biobío, un reto para los pehuenches

La comuna de Alto Biobío se creó como una suerte de “compensación” por la instalación de dos represas en la zona. Su alcalde, Nivaldo Piñaileo, dice con orgullo que pudieron demostrar que fueron capaces de administrar los recursos del Estado.

El aislamiento en el invierno y mejorar la educación intercultural son parte de los desafíos de una zona cuyos habitantes ven en el desarrollo del turismo étnico una herramienta para superar la situación de pobreza, que alcanza al 44% de sus habitantes.

Alto Hospicio y el problema del crecimiento

Para Ramón Galleguillos, primer y actual alcalde de Alto Hospicio, lo más complicado de partir de cero con esta comuna fue que en una década su población se multiplicara casi por tres. “Teníamos 45 mil habitantes, y ahora pasamos los 110 mil. La basura, la iluminación, todo se pone más difícil y más caro”. Ubicado a ocho kilómetros de su comuna madre, Iquique, Alto Hospicio creció velozmente debido a la falta de espacio en la capital de Tarapacá. En 2004, el recién creado municipio tuvo que funcionar en un centro cultural llamado Pablo y Gabriela. A su cargo tenía apenas un consultorio. “Más parecía posta rural, era chico”, asegura Galleguillos. Hoy, suma tres de estos establecimientos y este mes comenzará las obras de su primer hospital.

Hualpén y la nueva identidad del “patio trasero” del puerto

Antes de convertirse en comuna, Hualpén, ubicada a medio camino ente Talcahuano y Concepción, era conocido como Hualpencillo. Perder el diminutivo y tomar en propiedad su denominación actual fue un logro para sus habitantes, que sentían en esos años vivir en el “patio trasero” del puerto.

Su partida como comuna no estuvo exenta de problemas: su primer alcalde fue condenado por delitos de corrupción y más tarde enfrentó la destrucción por el 27-F.

Hoy mira con optimismo su desarrollo vinculado al rubro turístico. El modelo de reconstrucción cambió el borde costero de caleta Lenga, con explanadas, locales comerciales y paseos peatonales.

Su alcaldesa, Fabiola Lagos, aspira ahora a mejorar la cantidad de servicios que ofrece la comuna. Entre los próximos proyectos está la construcción del edificio municipal, lo que dará estatus a la comuna, asegura.