Casona Valdés será refaccionada este año

Por Carlos Said Cárdenas, El Mercurio.

Es parte de un proyecto inmobiliario:

Casona Valdés será refaccionada este año

Construida en 1890, la Casona Valdés -ubicada camino a Melipilla, en Maipú- fue durante décadas símbolo de esplendor y riqueza: fue erigida con un estilo suizo, tenía un gran parque alrededor y luego le instalaron una pequeña turbina eléctrica, un gran adelanto para la época.

Su primer dueño fue Antonio Valdés Cuevas (1852-1920), ministro del Interior del Presidente Federico Errázuriz Echaurren, y quien desde este palacio administró las 600 hectáreas del fundo San Juan de Chena.

Los hijos y nietos de Valdés también vivieron en la casona y disfrutaron de las comodidades que fue acumulando: esculturas de bronce y mármol de Carrara, muebles y porcelana francesa, tapicería con personajes del siglo XVII y pinturas de Pedro Lira y Alberto Orrego Luco.

Sin embargo, la situación actual es distinta: los últimos descendientes abandonaron el fundo hace 20 años y los objetos fueron vendidos en un concurrido remate en 2000. Y a pesar de estar catalogada como un Inmueble de Conservación Histórica, la casona hoy luce el deterioro de los años y de los dos últimos terremotos de la zona central.

Pero ahora un proyecto empresarial buscará recuperarla. Se trata de Mid Mall, un centro comercial tipo outlet que la inmobiliaria Grupo Villa está construyendo en el sitio del palacio y que contempla iniciar la refacción del edificio entre mayo y junio, cuando termine la construcción de las tiendas, las que presentan un gran avance.

A pesar de que la casona les pertenece y no saben qué harán con ella, el gerente del proyecto, Nicolás Drexler, dice que no será una tienda. “Será ocupada en algo cultural, abierto a la comunidad”, cuenta. Además, explica que están haciendo “los estudios para repararla, porque podría tener daños estructurales”.

Los vecinos del sector se muestran contentos con el proyecto comercial, ya que elevaría el precio de los suelos y eliminará los ratones que vivían en el terreno. Pero de todas maneras piden que el destino de la casona sea cultural: “Debería ser un museo de la historia de Maipú, que la gente pueda entrar a ella y conocerla”, propone Alicia Ramos.