Vecinos critican plan de transformación del céntrico Paseo Bulnes

Por Francisca Jara, El Mercurio.

Obras comenzarían en septiembre:

El proyecto elimina las jardineras con pasto y las antiguas piletas de agua.

Como una amenaza al estilo, tranquilidad y ambiente familiar del barrio perciben los vecinos el proyecto que busca renovar el Paseo Bulnes (Santiago centro), desde Alonso de Ovalle hasta el Parque Almagro, contenido en el plan de obras Legado Bicentenario.

La transformación, a cargo del Ministerio de Vivienda, disminuirá la superficie de jardineras (áreas de pasto), incrementará los espacios pavimentados, instalará nuevas luminarias, escaños y quioscos, y reemplazará las actuales piletas por modernas fuentes.

Ante esto, la comunidad se ha organizado para manifestar su oposición, asegurando que se pasará a llevar el patrimonio cívico, la calidad de vida y la participación ciudadana, pues hasta ahora, solo se ha realizado una reunión -el 17 de enero- en la que, según ellos, participaron únicamente 12 vecinos.

“Este es un microbarrio donde aún es agradable caminar bajo la sombra de los árboles, pasear a los perros y sentarse a tomar un café. Sería una pérdida homogeneizar este sector con el resto del centro de Santiago”, opinó Eduardo Olmedo, presidente del Comité de Defensa del Paseo Bulnes, quien afirma que incluso podría haber protestas.

Ante el debate que genera la eliminación de las jardineras, el jefe de la Dirección de Proyectos de Ciudad del Minvu, Fernando Colchero, aseguró que lo que se pretende es “replantearlas para que estas potencien y no bloqueen la actividad comercial del paseo, como sucede actualmente, pues hoy es difícil el tráfico transversal”.

Diferente opina María Angélica Chong, quien atiende un quiosco hace 40 años en ese sector: “¿Cómo puede ser posible que quieran destruir los jardines y reemplazarlos por adoquines y concreto, en una ciudad que ya parece una verdadera selva de cemento?”.

En cuanto a la participación ciudadana, las opiniones también están divididas, pues mientras los vecinos se quejan por la falta de espacios para opinar, Colchero explica que este proceso “ha sido la prueba de la blancura. Se han repartido mil volantes y hemos provisto las herramientas de participación, pero no faltan los que protegen sus propios intereses”.

La primera semana de marzo sería la segunda reunión con los vecinos, mes en que también se abrirá la licitación, por lo que en septiembre se espera que comiencen las obras.