Tocopilla tendrá ruta turística “Alexis Sánchez”

La casa de su niñez, hoy remodelada; el “Lazareto”, su primera cancha, y el cementerio donde lavó y cuidó autos, son los principales atractivos del circuito.

Por Mario Rojas, El Mercurio

Tocopilla, ciudad de 25 mil habitantes, a 185 km al norte de Antofagasta, es conocida por ser un puerto de embarque de salitre, sus plantas termoeléctricas, el terremoto 7,7 Richter de 2007 y por la falta de médicos especialistas que motivó un paro comunal en agosto. Pero por sobre todo, por Alexis Sánchez, delantero del FC Barcelona de España y de la selección nacional.

El deportista, hijo ilustre de su terruño, que cada Navidad recorre las calles del puerto para repartir regalos, ahora será el eje de un nuevo circuito turístico en la zona. Se trata de la “Ruta Turística Alexis Sánchez”, que tendrá como centro la calle Cuarta Poniente, en la población Cardenal Caro, al norte de la ciudad. La arteria, de diez cuadras de extensión entre el mar y los desérticos faldeos de la cordillera de la Costa, cambió esta semana su nombre por el de Alexis Sánchez.

Entre los atractivos del circuito están la casa donde el “Niño Maravilla” vivió su niñez, el “Lazareto”, una de las primeras canchas donde jugó fútbol, a una cuadra de su casa; murales pintados en paredes del sector con imágenes de Sánchez y las camisetas que ha defendido; una plaza, la capilla Champagnat, donde su familia y amigos concurren a misa; y el cementerio, donde Alexis cuidaba y limpiaba autos.

“Es un plan completo de arreglos y fomento turístico, con mejoras de espacios públicos. La idea es que la gente venga a conocer la calle Alexis Sánchez”, dice el alcalde Fernando San Román.

Desarrollo

Ya está lista la remodelación de la cancha el “Lazareto”, que cambió la tierra, cemento y arcos oxidados por pasto sintético, graderías, cierres perimetrales, luminarias y sombreaderos. Ayer fue inaugurada por Sánchez, junto con otras cuatro canchas similares, en las que el futbolista invirtió 200 millones.

Al masivo acto asistieron más de mil personas, que presenciaron el inicio del campeonato “Jugando por un sueño”, que reúne a niños entre 12 y 16 años, distribuidos en 32 equipos.

Frente a la cancha, José Miguel Nadal, profesor del Liceo Politécnico de Tocopilla, afinaba las terminaciones de un mural, con las camisetas de Arauco, Cobreloa, Colo Colo, River Plate, Udinese, Barcelona y la selección chilena, con el rostro de Sánchez. “La cara fue lo que más me costó, me demoré como tres días”, cuenta.

“Me impactó más el mural que la nueva cancha. Es una obra de arte que debemos cuidar todos los tocopillanos”, señaló Raúl Soza, vecino del sector.

Mientras tanto, en un radio de dos cuadras, casi un millar de tocopillanos y turistas se repartían entre la nueva cancha, la primera señalética de la nueva calle Alexis Sánchez, ubicada en la intersección con Almirante Riveros, en el mural y en la casa del futbolista.

En este último lugar se instalaron Javier (7) y Benjamín (8) para ver a su ídolo. Viajaron especialmente de Antofagasta y cumplieron su sueño, aunque tuvieron que soportar el intenso sol, que ayer también brilló con fuerza en el puerto nortino.

INVERSIÓN Municipio tocopillano destinará 100 millones de pesos para la “Ruta Alexis Sánchez”. Recordó su origen humilde y emplazó a empresas locales

“Quiero agradecer a toda la gente que está aquí, me encantaría tomarme fotos con todos, pero es muy difícil”. Fueron las primeras palabras de Alexis Sánchez, parado sobre la nueva cancha de pasto sintético del “Lazareto”. “Hacer las canchas es algo que de pequeño siempre soñé, tener pasto sintético en Tocopilla”, añadió antes de ser interrumpido por una ovación de la multitud.

“Decidí arreglar las canchas porque hay niños que no tienen dónde jugar, o un balón. Aquí jugaba y ponía dos piedras y hacía los goles”, añadió. También tuvo tiempo para emplazar a las empresas locales. “Hay muchas empresas, y a veces me gustaría que esas mismas empresas ayuden a los chicos”, dijo. Sobre la calle con su nombre dijo: “Estoy orgulloso y agradezco a la gente. Quizás cuando tenga 30 o 35 años veré esa realidad y cómo me siento con eso. Ahora la gente no me deja caminar al letrero para sacarme una foto, pero en 30 años más…”.