Apertura de Parque Titanium atrae a primeros ciclistas y corredores

A comienzos de noviembre partió la primera etapa del área verde más importante de “Sanhattan”.

Por Darío Zambra, La Tercera

A mediados de este año, los santiaguinos pudieron pedalear por una nueva ciclovía que se extendía a lo largo de tres kilómetros por la ribera sur del Mapocho y que unía otras dos: las de los parques Uruguay y Bicentenario.

Esa vía para ciclistas es parte del Parque Titanium, el área verde más importante del polo financiero “Sanhattan”, y que se extiende frente al complejo de tres torres de oficinas de 23 pisos cada una y que son parte del proyecto del empresario Abraham Senerman, Inversiones Muni y el grupo Bethia. Esto, en primera línea del río, en los terrenos del ex Estadio Santa Rosa de Las Condes.

Aunque la inauguración de este parque privado de uso público está programada para mediados de 2014, sus instalaciones se han ido habilitando hace tres meses, a medida que se han ido terminando. Primero estuvieron listos la ciclovía y el paseo principal, ambos paralelos a la Costanera Sur. Luego fue el turno de los senderos, y ahora, hace tres semanas, se habilitaron los miradores y más senderos para completar así la primera etapa con dos hectáreas de las cuatro totales.

Esta ya luce plantas y parte de un paseo peatonal con vista al río y al Parque Metropolitano.

El jefe del proyecto Parque Titanium, Andrés Weil, asegura que los santiaguinos ya usan este nuevo espacio público para practicar deportes. “Se ven muchos ciclistas y corredores, sobre todo en las mañanas”, cuenta el arquitecto.

Al mediodía, en tanto, algunos trabajadores del barrio, sobre todo de las oficinas del nuevo complejo, llegan hasta ahí para comer al aire libre.

Nicolás Karmy es uno de los que almuerzan en el parque, junto a sus colegas del área de Innovación de Entel. A comienzos de este mes, esa unidad se trasladó desde el rascacielos Titanium hasta una de las nuevas torres y, desde entonces, le sacan provecho a esta área verde. “Cuando no vamos a los restaurantes de El Golf, traemos almuerzo hasta acá”, cuenta Karmy.

Con especies nativas

El decano de la Facultad de Arquitectura de la U. del Desarrollo, Pablo Allard, dice que son varios los aportes de este parque a la ciudad: “Primero, genera una continuidad entre las áreas verdes de Providencia y Vitacura que están en la ribera sur del Mapocho. Segundo, crea un nuevo espacio para el descanso y la recreación, en un sector de la capital donde trabaja mucha gente. Y por último, recupera una zona junto al río que antes estaba cerrada a cualquier persona”, detalla.

Cristina Felsenhardt, la arquitecta que diseñó esta área verde junto a Abraham Senerman y Hans Muhr, explica que ese último punto fue una de sus principales preocupaciones. “Por eso creamos los miradores y el paseo peatonal ahí”, asegura.

Otra de las directrices del diseño fue que las áreas verdes estuviesen pobladas de especies que consumen poca agua. Por eso, en el lugar se aprecian quillayes, peumos y gramíneas (conocidas como “chasconas”). También se conservaron algunos árboles que estaban en la orilla del río y que son los que hoy aportan sombra.

Lo que viene

Las obras en las hectáreas que restan continuarán. Según Andrés Weil, la idea es abrirlas a mediados del próximo año.

Ahí, el paisajismo será similar a la zona que ya está habilitada, pero contará con un espacio de encuentro: un bulevar gastronómico, en el que funcionarán 10 restaurantes y cafeterías.

Aunque en la empresa prefieren reservar el nombre de los locales, aseguran que serán “de primer nivel” y que la marcha blanca será el próximo verano.

En esa zona también habrá un gimnasio y un centro de eventos con capacidad para 2.000 personas. Para quienes lleguen en auto, el complejo de oficinas contará con estacionamientos pagados. Eso sí, su número aún no se define.