Christian De Groote, el legado de un defensor de la arquitectura moderna

El colaborador de Emilio Duhart en la Cepal murió ayer, a los 82 años, de un cáncer al páncreas.

Por D. Espinoza y P. Cofré, La Tercera

Aunque su labor comenzó a fines de los 60, trabajando en la proyección de grandes complejos industriales de la mano de Emilio Duhart, como la Fábrica Carozzi (1965) y la Cepal (1966), el talento de Christian De Groote se vio reflejado en las casas residenciales que lo hicieron merecedor, en 1993, del Premio Nacional de Arquitectura.

Amante de la corriente modernista monumental del estadounidense Louis Kahn, pero consciente del paisaje local, el arquitecto de la U. Católica fue autor de más de 100 viviendas unifamiliares, entre ellas, la Casa Fajnzylber y la Casa Cóndor, en Vitacura, donde construyó una buena cantidad de sus obras. Fue en esa comuna, también, donde proyectó la galería de arte AMS Marlborough, en Nueva Costanera. “El inauguró una nueva época de la modernidad chilena. Sus obras, de gran calidad y altura de miras, usaron materiales locales”, señala el presidente del Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray.

A los 82 años, el arquitecto, conocido también por las polémicas cartas en contra de la construcción de Costanera Norte y el Costanera Center, falleció producto de un cáncer al páncreas. Ayer, sus restos eran velados en la Parroquia San Francisco de Sales, en Vitacura, y hoy serán trasladados, a las 13 horas, al cinerario del Parque del Recuerdo.

Fue en la última década que estuvo constantemente lanzando férreas críticas, a través de la prensa, sobre los efectos negativos que habían traído estos proyectos en la trama urbana. De Costanera Norte, escribió que “su deficiente diseño limitaba la relación de los ciudadanos con su río”. Según expresó a la revista Qué Pasa en 2003, la autopista había convertido al Mapocho en una alcantarilla y se había hecho con “atroz falta de visión”.

El Portal Bicentenario en Cerrillos y el diseño de los paraderos del Transantiago fueron también blanco de sus misivas. Del Costanera Center, en tanto, dijo que era “un elefante al que habían dejado suelto en una cristalería”.

Para el académico Fernando Pérez, autor de una monografía sobre su obra, De Groote “fue un gran polemista urbano, que contribuyó al debate sobre el Santiago que se venía. Se consagró a la arquitectura y vio el mundo a través de ella”.

Su obra en regiones

En 2009, el arquitecto fue invitado por el creador del proyecto Ocho al Cubo, el diseñador Eduardo Godoy, a ser la contraparte local del japonés Toyo Ito, en la construcción de la Casa White O (Marbella). “Sabía que no tenía mucho tiempo de vida, pero seguía concentrado en la nueva versión de Ocho al Cubo, opinando con una claridad tremenda”, dice Godoy. Otra de sus obras fuera de Santiago fue la Casa Orrego, en Zapallar, y el Hotel Ralún, en Reloncaví.