Estaciones de las nuevas líneas del Metro estarán al doble de distancia que las antiguas

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio. (21/09/13)

Medida tiene como fin mejorar la conexión con los buses del Transantiago:

Mientras los trazados originales de las líneas 1 y 2 tenían en promedio entre 663 y 888 metros de distancia entre paradas, los de las líneas 3 y 6 consideran hasta 2 kilómetros de separación.

Distancias de hasta 2 kilómetros y una separación promedio de casi 1,5 kilómetros entre dos estaciones tendrán las nuevas líneas 3 y 6 del Metro, que estarán listas para entregar al uso público entre 2016 y 2018.

Estas dimensiones contrastan con los 663 a 888 metros que en promedio existen entre los primeros trazados del ferrocarril metropolitano, es decir, de San Pablo a La Moneda en el caso de la Línea 1 -inaugurada en 1975- y de Lo Ovalle a Cal y Canto para la Línea 2, que partió atendiendo público en 1978.

Según cálculos aproximados, los tramos más largos de la vía que circula bajo la Alameda y Providencia no superan los 741 metros, llegando al kilómetro como máximo en la Línea 2 (que recorre parte de la Norte-Sur y Gran Avenida).

En cambio, las distancias promedio entre las paradas consideradas en la Línea 6, que irá desde Cerrillos hasta Vitacura, alcanzan los 1.500 metros y superan los 1.100 metros en la futura Línea 3, que partirá en Huechuraba y subirá por avenida Irarrázaval hasta La Reina.

La decisión de ampliar la distancia entre las estaciones ha generado algunos focos de conflicto para la firma estatal: en Independencia y Providencia tanto los municipios como las comunidades exigen la construcción de más estaciones para generar menos distancia entre ellas. Sin embargo, en Metro explican que la experiencia internacional muestra que actualmente la distancia entre las estaciones de una línea es “mayor a la existente en los tramos más antiguos de la red”, explicaron en la firma.

A partir del ingreso de la red a Transantiago, aseguraron, “el servicio del tren subterráneo está orientado a viajes de mediana y larga distancia, mientras que los buses permiten ayudar a distribuir a los pasajeros desde Metro hasta sus destinos”.

Más eficiencia

Según la empresa estatal, el estándar de distancia definido para las líneas 3 y 6 es similar al de ferrocarriles metropolitanos “integrados, más modernos y eficientes del mundo y que es de 1,5 kms. Esto permite una serie de beneficios, como el aumento de la velocidad de los trenes y, por ende, la disminución de los tiempos de viaje”.

Ello, destacó la entidad, mejoraría el servicio para los pasajeros.

Impacto urbanístico de ampliar la separación entre terminales

Consultado respecto de los efectos que la mayor distancia entre estaciones podría generar en el entorno de cada estación, el gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, Javier Hurtado, comentó que “en general, la mayor distancia no reviste mayores complejidades y lo que puede pasar es que entre estaciones surjan zonas con menor densidad que en el resto de la red”.

Incluso, Hurtado comentó que esta situación “podría favorecer al entorno, al generar espacios más agradables y atractivos”.

Para el gerente del Área Urbana de la consultora SieteVeinte, Alex Nohra, el distanciamiento entre las estaciones de las nuevas líneas está “vinculada con edificaciones en altura, principalmente porque los territorios urbanos por donde pasan son mucho menos densos que la línea misma”.

Añadió que “sería aconsejable que los trazados de las líneas del metro y sus estaciones se consensuaran en su etapa de diseño con los municipios y la comunidad de ser necesario y así evitar las manifestaciones en contra”.