Columna: Rediseñando Valparaíso y Viña del Mar

En el caso de Valparaíso, muchas de las personas que atacan a Mall Barón y que en vez de eso quieren a toda costa un murallón de containers, prefieren que Valparaíso sea una “ciudad dormitorio”, al igual como lo es El Salvador (Región de Atacama) y como lo fue Chuquicamata, con la diferencia que todos trabajen en el puerto y para el puerto. La cosa no debe ser así, no se debe depender únicamente del puerto como sustento económico para la comuna, por eso que Valparaíso hoy en día es una ciudad dormida. Lo de la recuperación de los ascensores es un gran avance, pero aún falta mucho por mejorar.

Invito a los ciudadanos de Valparaíso a pronunciarse de manera clara y abierta sobre esta rifa inmobiliaria en el sector Barón.

Parecería que, en una ciudad de más de trescientosmil habitantes, sólo dos o tres personas mostraran públicamente su preocupación por la pérdida irreparable de nuestro desarrollo portuario a manos de un matón inmobiliario como el Mamut Plaza.

Es cierto que el desarrollo portuario ha sido mal manejado desde hace tiempo, pero eso no quiere decir que por culpa de un puñado de malos administradores Valparaíso tenga que ver morir su puerto, y – lo que es peor – verlo morir ante la indiferencia de los ciudadanos, que salen gustosamente a marchar y a gritar por la calle pero no expresan sus percepciones en estos espacios que permiten la discusión, el debate y la reflexión sosegada y profunda, cosas que en una marcha no se conseguirán jamás.

La otra alternativa (y no sé cuál de las dos es peor) es que el ciudadano porteño ha perdido la capacidad de expresarse por escrito, dejando que la polémica se muera junto con el puerto.

Finalmente, hemos sido testigos, en estas columnas, de la oposición que el Mamut ha recibido por parte de entidades como la Cámara de Comercio, el Colegio de Arquitectos, la Contraloría, Asonave, Ciudadanos por Valparaíso, la Armada, pero a estas alturas parecería que las entidades no estuvieran conformadas por personas de carne y hueso sino por piezas de ajedrez que no salen de su tablero para expresar su percepción personal COMO CIUDADANO DE VALPARAISO, conformándose con declarar que “la entidad ya se manifestó oficialmente hace cuatro (o cinco) años”.

Con razón que ni el señor Alcalde ni los Concejales “amables y colaboradores” muestran señal alguna de preocupación por tan impersonal oposición.

Lo que pase con el puerto, bien merecido lo tenemos.

La mayoría de los lectores no merece ni saludos, pero de todas maneras, saludos a todos, porque, como dice el refrán, el que nace chicharra muere cantando.