El futuro de ferrocarril: La vida en Hiper Velocidad

Maglev

Japón, donde fue inventado el primer tren de alta velocidad en el mundo, recientemente dio a conocer los planes para tener un tren aún más rápido: un tren flotante, equipado con imanes, que viaja 160 kmh más rápido que el tren bala común (unos 480 km/hr). El tren maglev, palabra que surgió de la unión de “magnetic levitation” (“levitación magnética”), viajará entre Tokio y Osaka – una distancia estimada de 500 km –  tendrá un costo de 64 mil millones dólares y estará terminado en 2045.

Los trenes de alta velocidad han revolucionado el transporte nacional e internacional en muchas partes del mundo – por ejemplo, China tiene un maglev que ya llega a 430 kmh – y ahora la alta velocidad se está convirtiendo en hiper velocidad. El año pasado, Elon Musk, SpaceX CEO y co-fundador de PayPal y Tesla Motors, compartió con el público su deseo de patentar un nuevo modo de transporte – el “Hyperloop”, que llevaría a los pasajeros desde San Francisco a Los Angeles en apenas 30 minutos.

Entonces, ¿Cuál podría ser el futuro del tren? Y lo más importante, ¿Cómo afectará a nuestras ciudades y la gente que vive en ellas?

El “Hyperloop” según Musk, “no tendría accidentes, sería inmune al clima, dos veces más rápido que un avión, cuatro veces en comparación con el tren bala, y – sobre todo – sería impulsado completamente con energía solar.” Aunque esto suena como una idea de ciencia ficción demasiado buena para ser verdad, en Business Insider creen que no hay razón por la que Hyperloop no pueda convertirse en realidad con el apoyo político y financiero – pero este es justo el problema.

Hyperloop

De hecho, la tecnología de trenes de levitación magnética se ha propuesto en la comunidad científica – e incluso como una alternativa al transporte aéreo – durante décadas.

En 1972, el físico RM Salter detallaba un túnel subterráneo que transportaría pasajeros desde Los Ángeles a Nueva York en sorprendentes 21 minutos. El sistema de transporte de muy alta velocidad (Very High Speed Transit System, VHST) consistía en “coches de levitación electromagnética  y propulsión en un túnel de evacuación” subterráneo que actuaría como un vacío sellado y viajaba de ida y vuelta en todo el país – cerca de 22. 000 km por hora.

El VHST no sólo tendría un tiempo de viaje entre Los Angeles y Nueva York 5 horas menor que un avión,  su túnel también eliminaría las posibilidades de robos, reduciría los costos, la congestión y la contaminación acústica.

Si algunos científicos pensaron en la hiper-velocidad en 1972, ¿Por qué se tardó tanto tiempo para que la tecnología se convirtiera en realidad?

Salter culpa a cuestiones políticas-  “La historia ha demostrado que algunos proyectos obvios, como un túnel bajo el Canal Inglés propuesto en la época de Napoleón, se puede retrasar durante siglos por la presión política y,  por supuesto, por dinero” -escribió.

Aunque el presidente Obama propuso su visión para un tren de alta velocidad en los EE.UU. en 2009 , la infraestructura de transporte en los Estados Unidos está cada vez más rezagada por detrás de países como Japón, que entró oficialmente en el modo de hiper-velocidad. El sistema de  trenes de alta velocidad está avanzando en el estado de California , pero parece que en ninguna otra parte de ese país. No importa qué tan atractiva sea la idea, un proyecto de esta magnitud demanda de apoyo político y financiero para tener éxito.

Así,  la probabilidad de que la hiper velocidad se convierta en el nuevo medio de transporte aún es baja,  y  ofrece mucho a la imaginación. Aunque es innegable que la alta velocidad e hiper velocidad  tienen una capacidad real de unir ciudades como nunca antes. Por otra parte, sería necesario un nuevo tipo de infraestructura para apoyar el sistema de transporte y reflexionar acerca de como afectaría a otros tipos de transporte o a nuestras ciudades.