Los 25 años de Ciudad Satélite, el megaproyecto que inició el auge demográfico de Maipú

Por Manuel Valencia y Florencia Polanco, El Mercurio. (25/05/2013)

Plan incorporó 40 mil nuevos residentes en la comuna:

Vecinos y alcalde hacen su balance: barrio se consolidó, pero carece de servicios, infraestructura deportiva y conectividad.

“Estamos seguros de que para que una ciudad del siglo XXI crezca, debe ofrecer calidad de vida. No quisimos meramente vender viviendas, sino calidad de vida”. Con esta opinión, publicada por “El Mercurio” en agosto de 1987, el arquitecto Sergio San Martín -uno de los tres profesionales que diseñaron el barrio- definía su visión de qué debía ser la Ciudad Satélite, cuando estaba en pleno proceso de construcción.

Han pasado 25 años desde que los entonces ministros del Interior, Vivienda y Obras Públicas, además del cardenal Juan Francisco Fresno, inauguraron, en 1988, el proyecto que revolucionó la forma de planificar zonas residenciales en el Gran Santiago. Hasta entonces no se habían levantado barrios que se localizaran fuera del límite urbano, con servicios para hacerlo autosustentable. Hoy abundan.

Ese plan de vida fue el que quiso seguir Alejandra Infante, que, recién casada, se transformó en una de las primeras vecinas del barrio. “Buscábamos un lugar para escaparnos de la ciudad, sin tanto ajetreo y con el aire más limpio”, cuenta.

Por años el ideal se cumplió, pero cuenta que sus expectativas disminuyeron a medida que el barrio fue creciendo.

“Si bien es cierto que nos gusta vivir aquí, porque gozamos de una calma que en otras partes no hay, muchas cosas que eran parte del proyecto que nos vendieron no existen, como las canchas y las áreas verdes”, dice.

Lo mismo opina Marta Lagos, otra de las vecinas más antiguas del sector. “Compramos una casa acá porque pensamos que era más seguro, más pintoresco y porque tendría hartos parques, pero no se cumplió lo que estaba planificado. Todo lo que era áreas verdes se construyó y la cantidad de habitantes se triplicó”, comenta.

Hoy, con 40 mil vecinos, la ciudad es casi ocho veces más grande que el barrio inaugurado en 1988. Incluso, desbordó su proyección de llegar a 15 mil en el mediano plazo. Los vecinos cuentan que se fueron agregando cada vez más barrios y que, incluso, se produjo una división social, con nuevas viviendas de mayor valor y superficie, en comparación con las antiguas.

Conectividad

Otro de los problemas que los vecinos deben enfrentar a diario -explica Infante- es la falta de conectividad y alternativas de transporte. “Salir de acá, sobre todo para los jóvenes que estudian en el centro, es muy complicado. Se pueden demorar hasta dos horas en llegar”.

Ésa es precisamente la realidad que enfrenta Natalia Ramos, estudiante de 18 años. “En las mañanas es terrible. Si mis clases son a las nueve, tengo que salir por lo menos a las siete para llegar al centro de Maipú”, comenta. “Cuando entre a la universidad, lo más probable es que tenga que irme. No me gustaría, pero no hay alternativa”, añade.

El diagnóstico que hace Ivonne Vásquez, presidenta de la única junta de vecinos que tiene el sector, es claro: “La ciudad satélite no es lo que nosotros pensamos en un principio que iba a ser. Somos el patio trasero de la comuna. Nos tienen abandonados. Nos hace falta un consultorio, más buses, tenemos muchos problemas de delincuencia y narcotráfico”, sostiene.

Ciudad modelo

Para el alcalde de Maipú, Christian Vittori, el aporte del vecindario fue iniciar el proceso de “auge” demográfico de Maipú, que, según los datos preliminares del último censo, superó los 525.000 habitantes.

“Es un lugar emblemático de la comuna porque partió con la idea de una zona suburbana que buscaba entregar las bondades de un sector campestre. Pero el crecimiento de la ciudad, tan acelerado, terminó con esa idea, y terminó siendo devorada por la gran ciudad”, indica.

Agrega que, de todas formas, “contribuyó a que Maipú fuese visto como un lugar posible para vivir dentro de la Región Metropolitana, porque fue la punta de lanza de un desarrollo inmobiliario que no se detuvo hasta hoy”.

Con su término como una entidad autónoma, la Ciudad Satélite comenzó a absorber los mismos problemas de cualquier barrio de Maipú: además de la falta de servicios de transporte público, abundan las quejas por caminos insuficientes para generar viajes sin congestión hacia el centro. También los vecinos critican la ausencia de centros de salud y de emergencia cercanos.

“El modelo de la ciudad fue aplicado en otros centros, como Chicureo, o varios en Colina y en la zona norte de Santiago, pero ahí están dotados de una buena conectividad y servicios, que es lo que hace falta acá, una inversión de Estado para mejorar la calidad de vida de los vecinos”, agrega.

”La Ciudad Satélite no es lo que nosotros pensamos en un principio que iba a ser. Somos el patio trasero de la comuna. Nos tienen abandonados”.

IVONNE VÁSQUEZ

PRESIDENTA DE LA JUNTA DE VECINOS

”Contribuyó a que Maipú fuese visto como un lugar posible para vivir. Fue la punta de lanza de un desarrollo inmobiliario que no se detuvo hasta hoy”.

CHRISTIAN VITTORI

ALCALDE DE MAIPÚ