“La Ciudad Jubilada”: Huertos urbanos gestionados por jubilados

Municipios de Cerdanyola y Ripollet, Barcelona. Fuente imagen: paufaus.net

En las zonas suburbanas de Barcelona, particularmente en los terrenos contiguos a los dos principales ríos de la ciudad -Besós y Llobregat- el arquitecto Pau Faus estudió cómo se gestionaban y mantenían los huertos cultivados en un costado de los dos torrentes. A medida que se iba adentrando en el proyecto, descubrió que los terrenos de los huertos urbanos no tenían propietarios formales, sino que habían sido apropiados por los propios jubilados que viven cerca.

Este grupo de habitantes sustentó su práctica en un trabajo colaborativo junto a los vecinos, con quienes encontraron un nuevo sentido a su rutina diaria. Aunque los tramos finales de los ríos ya fueron incorporados como parques en la trama urbana y, por ende, eliminando los huertos, otros, ubicados río arriba, han sobrevivido gracias a las prácticas autónomas que los jubilados han realizado para mantenerse activos y conectados con su medioambiente, y como una forma disidente, pero a la vez pacífica, de ocupación.

Más detalles a continuación.

Fuente imagen: Imagen extraída del video

Esta “disidencia” que plasmaron los habitantes en los terrenos ajenos, fue investigada por el arquitecto para conocer la compleja convivencia que se da entre la ciudad formal y la informal, y que de alguna manera incide en la concepción de la ciudad contemporánea.

Para el arquitecto Pau Faus, esta práctica sustentable es una pista sobre lo que realmente ocurre detrás del supuesto orden urbano.

Todo el trabajo fue recopilado en el siguiente documental y en un libro titulado “La Ciudad Jubilada. Breve Diccionario sobre los Huertos Informales en los ríos de Barcelona”, que se puede leer online desde el link. En este último registro es posible conocer, a través de imágenes y textos de varios autores, las rutinas de esta práctica.

En el video, el jubilado Abilio Cabanillas, explica cómo equipó su huerto gracias a materiales que encontró botados por distintas partes y, como el mismo afirma, en su huerto “nada se bota”. Además, cuenta que todos los productos que cultiva los utiliza para el consumo personal y el resto lo regala.