Opinión: Noticias sobre Barón. Una Esquina de la Bahía de Valparaíso

Renzo Pecchenino. “Lukas”. Apuntes Viñamarinos. 1974. (escaneado de libro original).

Por Pablo Arteche. Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (2008). Magister  (c) en Arquitectura y Diseño, mención Ciudad y Territorio de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. (2012) / Escrito el 3 de abril de 2013.

Mañana, jueves 4 de abril del 2013, se ha convocado a una marcha en protesta en contra de la construcción del Mall Plaza Barón en Valparaíso.

Ayer, martes 2 de Abril, me sorprendí al ver en ambos noticiarios regionales, el de TVN y canal 13 la noticia de que la empresa portuaria ya había cedido los terrenos a Mall Plaza, quienes iniciaban los sondajes y estudios de suelo respectivos. Además el vocero de aquella empresa insistía en la preservación e inclusión en el proyecto de la ex bodega que hoy conocemos como “VTP” (Terminal de pasajeros de Valparaíso), y que las obras del nuevo centro comercial no superarían la altura de esta infraestructura existente. Se entiende con esto la aclaración a la constate preocupación por la altura y perdida de la “vista” hacia el mar, que dicho sea de paso nunca ha existido desde la Av. Errázuriz en ese sector específico.

Curioso fue también fue el hecho de que ambos noticiarios en sus tandas comerciales eran auspiciados precisamente por Mall Plaza, que promocionaba su proyecto para Valparaíso.

BARÓN

El 17 de septiembre de 1855 se inauguraba en Valparaíso el primer tramo del ferrocarril que uniría el puerto con la capital Santiago, apareciendo en el mapa una esquina de la bahía de la ciudad, donde se ubicaría la primera estación de este recorrido, que hasta el día de hoy permanece pero como una más de las estaciones del moderno metro urbano del empresa MERVAL. Ni siquiera una placa ni conmemoración se puede encontrar en el lugar.

Desde aquel hecho el sector costero de Barón adquirió un carácter ferroviario y luego portuario con la construcción del muelle, un espacio siempre negado al habitante común. El mismo destino corrió luego con la ampliación del ferrocarril hasta el muelle Prat el resto del borde costero de Valparaíso.

Hace ya casi una década se habilitó el muelle Barón, en desuso de sus actividades portuarias, como un paseo abierto para la ciudad. Medida de gran valor pero de pocos resultados, ya que la deficiente accesibilidad y lo retirado del lugar de la vida activa de la ciudad, no logró integrar este espacio a la trama urbana, dejando la posibilidad de uso para actividades esporádicas y estivales. Nunca está de más un espacio disponible en la ciudad que pueda albergar alguna actividad masiva, mejor aún en el borde del mar y con una bella vista panorámica de los cerros.

El comienzo de la llegada de los trasatlánticos a Valparaíso creo la necesidad de tener un terminal de pasajeros con instalaciones tipo aeropuerto, para que los turistas extranjeros pudiesen entrar al país. Por ello la gran bodega existente en el sector Barón, que al igual que el muelle se encontraba desuso, fue remodelada de manera de acoger tal infraestructura. Pero como los trasatlánticos llegan a la ciudad solo en una época del año, el gran galpón ocupó el resto del tiempo como centro de eventos y fiestas masivas, siendo la más popular la del año nuevo. Se podría decir que esto generó sin querer un acercamiento mucho mayor de la ciudadanía al sector, especialmente la juvenil y universitaria, con mejores resultados que la apertura del muelle como paseo.

MALL

Conocidos son los proyectos de centros comerciales costeros de Antofagasta y nuestra vecina San Antonio. Luego casi como una crónica de muerte anunciada, el desembarco cual trasatlántico del “Mall en Valparaíso” era inminente.

Desde conocida y publicada la idea, los reclamos y negaciones han sido de todos los tipos, desde políticos hasta ciudadanos comunes, protesta, campañas, redes sociales, etc. Aun así el proyecto siempre siguió adelante y tal cual aquel ferrocarril de 1885, pareciera nada detendrá su curso.

Algunos han reclamado que la UNESCO podría objetar la condición de patrimonio de la humanidad a Valparaíso por la construcción del “Mall”, pero la su declaración protege solo un zona del barrio histórico del puerto, ubicado en los alrededores de la Iglesia La Matriz, exactamente al otro lado de la ciudad. Más debería pesar ante la UNESCO la explosión e incendio que destruyó edificios que si estaban en la zona de protección, la calle Serrano, y la construcción de un falso histórico realizado por el supermercado Santa Isabel (CENCOSUD) en la plaza Echaurren. De todas maneras aquella cadena de supermercados nació como un pequeño almacén décadas atrás en una de las esquinas de esa misma plaza, quizás es más “patrimonial” de lo que pensamos a pesar del insulto de edificio con que se instalaron.

LA PREGUNTA

Volviendo a la problemática de Barón, creo que la pregunta sigue abierta incluso aunque se construya el proyecto. ¿Por qué en Valparaíso, específicamente el sector Barón, no debiera construirse un centro comercial o “Mall”?

O dicho de otra manera, ¿cuáles son los argumentos para no hacerlo?

Creo que últimamente se ha inculcado la política del reclamo, necesario, pero no siempre ha sido acompañado por la reflexión y estudio que se requiere a cada caso. Reconocemos problemáticas pero no logramos dar con su real sentido, ni siquiera aproximarnos a sus causas y futuras consecuencias. Lo mismo ha sucedido con la nominación de patrimonio para Valparaíso.

Traigo a presencia la exitosa experiencia de la protección del campo dunar realizada por el grupo “Duna Libre”, liderada por Sergio Elórtegui, biólogo, quien estudió por años las dunas de Concón, y logró conformar, junto a esta organización, un fundamento certero, real y profundo a la necesidad de conservación de aquel lugar para la ciudad y las futuras generaciones.

La pregunta sigue y seguirá abierta hasta que no seamos capaces de transformar la reclamación en contenido, y mejor aún en propuestas.

LA PROPUESTA

Así como la falta de profundización de las problemáticas, en este caso a nivel urbano, me parece hace falta la capacidad y voluntad de presentación de propuestas o contrapropuestas. Finalmente un mal proyecto como el del “Mall Barón”, debe ser contrarrestado con buenos proyectos, aunque estos queden en el papel, sean póstumos, fracasen o duerman en las bibliotecas de las facultades de arquitectura. Esa es la única posibilidad que tenemos para abrir el debate y las ideas sobre lo que es y pudiera potencialmente ser nuestros lugares de la ciudad. ¿Qué sería mejor implementar ahí?, ¿Qué programa podría complementar a la uniformidad de lo que conocemos son estos tipos de centros comerciales? ¿Cómo un proyecto podría integrar de mejor manera este sector del borde costero a la ciudad?, etc.

Para finalizar, recuerdo el proyecto de un compañero de taller en la escuela de arquitectura, el cual proponía exactamente en el lugar donde se ubicará el “Mall Barón”, colocar el terminal de buses de la ciudad, que hoy se encuentra a unas cuadras más adentro en la avenida Pedro Montt frente al congreso nacional. Una ingenuidad universitaria diría más de alguno, pero hoy lo pienso y un terminal internacional de cruceros, integrado a un terminal de buses interurbanos, sumado a una estación de un metro, porque no con un centro comercial, todo esto al borde del mar. Un espacio dinámico, de circulaciones que salen y entran al territorio del país, un nuevo centro para la ciudad y el mundo, un espacio de transición, un umbral urbano.

Mucho mejor que un patio de comida chatarra con ventanales al mar y tiendas de segunda categoría (porque a Valparaíso no llegarán las tiendas exclusivas del Alto Las Condes).

Prefiero parece ante todo la ingenuidad, y me quedo con el dibujo de Lukas, de su libro Apuntes Viñamarinos, donde recrea como pudo haber sido ese momento donde se inauguró el primer ferrocarril y nació una esquina de Valparaíso llamada Barón.

Y a protestar mañana, que es lo único que queda.