Restaurarán fachadas de históricos edificios del barrio Dieciocho

Por Darío Zambra, La Tercera.

En febrero comenzarán las obras de remodelación del Palacio Iñíguez, el centenario inmueble que alberga al Café Torres.

En el barrio Dieciocho todavía siguen en pie varias de la fastuosas residencias donde, a comienzos del siglo XX, vivió parte de la elite santiaguina vinculada a la minería. El más conocido, el Palacio Cousiño, está en pleno proceso de restauración, y otro de los emblemáticos, el Palacio Iñíguez, también será recuperado.

Esta última es una imponente construcción neoclásica, ubicada en la esquina de la Alameda con Dieciocho. Es una obra conjunta de dos destacados arquitectos chilenos, Ricardo Larraín Bravo y Alberto Cruz Montt. Lo levantaron en 1908 por encargo de Antonio Iñíguez Larraín.

Los santiaguinos conocen este palacete, porque en parte de su primer piso funciona el tradicional Café Torres. El resto del inmueble lo compró Duoc UC hace algunos años, pero hoy está desocupado y deteriorado. De hecho, el verano pasado la PDI investigó el robo de una de sus pesadas puertas de metal.

Ahora hay un proyecto en marcha para recuperar su fachada. Lo está impulsando Duoc en conjunto con la fundación Procultura, que se adjudicaron un fondo de reconstrucción patrimonial del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Se invertirán en total $ 240 millones (la mitad la aportó el instituto de educación superior) para restaurar la fachada del histórico palacio.

“Aunque no está en tan mal estado, el terremoto lo dañó. Por eso, lo primero que haremos será un reforzamiento estructural. Luego, recuperaremos los muros, las cornisas, las puertas y toda su ornamentación. Tiene un alto valor arquitectónico y una torre muy bonita”, asegura Raúl Irarrázabal Sánchez, el arquitecto que está a cargo del proyecto.

Las obras partirán en febrero de 2013 y debieran estar listas a fines de ese mismo año. Hoy la construcción luce en lo alto de su fachada una protección, para evitar que el desprendimiento de cornisas provoque algún accidente.

Junto al Palacio Iñíguez, por calle Dieciocho, hay otra construcción neoclásica de comienzos del siglo XX. Originalmente, fue utilizada como residencia y, más tarde, funcionó ahí una fábrica textil. Hoy está desocupada y es parte de las instalaciones del Duoc.

La fundación Procultura también restaurará su fachada neoclásica. El proyecto ya fue presentado a los fondos patrimoniales del Consejo de la Cultura.

Caminar por Dieciocho

La recuperación de estos edificios se suma a otras iniciativas que la fundación tiene en el barrio Dieciocho. El año pasado se remodeló un valioso salón de actos que está al interior del Colegio San Ignacio, y en los próximos meses comenzarán las obras de restauración del cielo y los altares de la iglesia del mismo nombre, que pertenece a la Compañía de Jesús.

“Este es uno de los barrios más valiosos y singulares que tiene Santiago. Posee la virtud de que muchas de sus construcciones originales se mantienen en pie, pero necesitan ser puestas en valor”, sostiene Alberto Larraín, director de Procultura.

“Partiremos con el Palacio Iñíguez, porque es la puerta de entrada al barrio Dieciocho y porque es uno de los inmuebles más emblemáticos”, agrega Raúl Irarrázabal.

La idea de la fundación es que este sector se convierta en uno de los principales circuitos patrimoniales de la ciudad, tal como hoy lo son el barrio Yungay y el barrio República. Por eso, en los próximos meses pondrán en marcha otro proyecto para revitalizar el barrio.

Se trata de la creación de un paseo peatonal, que atravesaría la calle Alonso de Ovalle. Partiría en la esquina de Lord Cochrane, frente al colegio San Ignacio, hasta la intersección con calle Dieciocho.

Según Irarrázaval, este paseo permitiría resaltar los hitos arquitectónicos que tiene esta zona, como la Iglesia de San Ignacio y los palacetes.

Es una iniciativa de largo plazo, cuyo diseño se comenzará a desarrollar el próximo año. Luego, la idea es presentarla a las nuevas autoridades del municipio de Santiago.