Rayados y comercio ambulante amenazan a piscina de la U. de Chile

Por Sebastián Sottorff, El Mercurio.

Edificio postula para ser monumento histórico:

La fachada del emblemático edificio, construido en 1929, no ha sido restaurada pese a la remodelación del barrio Mapocho.

Escenario de diversas competencias y lugar de entrenamiento para estudiantes, deportistas y aficionados a la natación, la piscina de la U. de Chile marcó un hito desde su fundación en 1929.

Porque además de ser la primera alberca temperada del país, el edificio es una de las obras más destacadas del arquitecto Luciano Kulczewski, el hombre detrás de la sede del Colegio de Arquitectos, del Conjunto Virginia Opazo (Santiago), y del acceso al funicular del cerro San Cristóbal, entre otras.

A diferencia del resto de sus obras, la piscina no ha tenido buena fortuna en su conservación, ya que el comercio ambulante, los carteles y la gran cantidad de rayados han conspirado contra el icónico inmueble, emplazado en Santa María con Independencia.

En un par de oportunidades, la universidad ha logrado conseguir fondos para refaccionar las instalaciones interiores de la piscina, que tuvo su mayor remodelación en 2007. Pero la fachada del edificio, un emblema del art decó en Chile, quedó inmersa en el abandono.

“Esta fue la primera piscina pública y siempre ha estado viva. En los últimos diez años y con proyectos del IND se han remodelado las instalaciones deportivas, lo que es esencial para su funcionamiento. Sin embargo, el resto ha quedado al debe, porque son proyectos que no han sido prioritarios y exceden el financiamiento con que cuenta la universidad”, explica David Muñoz, jefe de proyectos de la Dirección de Deportes y Actividad Física del plantel.

Pese a que el entorno de la piscina se ha renovado con la remodelación del barrio Mapocho, del mercado Tirso de Molina y de la Pérgola de las Flores, la piscina ha quedado al margen de los planes de restauración.

“Acá, el ‘patito feo’ que quedó fue la piscina escolar. Sin embargo, todo apunta a que más temprano que tarde vamos a poder intervenir la fachada y la plaza exterior, ya que hay que solucionar toda la esquina que quedó sin remodelación”, dice Muñoz.

El Ministerio de Obras Públicas incluyó la restauración del recinto en su cartera de proyectos 2011, con un presupuesto asociado de $99 millones. Sin embargo, en el momento de la apertura de las ofertas económicas, hubo un único participante, cuya oferta sobrepasó el presupuesto oficial, por lo que se optó por declarar desierto el proceso de licitación.