Inauguran moderno cementerio católico en Recoleta

Por Diego Villegas, La Tercera.

El camposanto, diseñado por el arquitecto Teodoro Fernández, tendrá jardines colgantes y un gran parque central.

Ayer fue inaugurada la primera etapa del Cementerio Santísima Trinidad de Recoleta, obra del arquitecto Teodoro Fernández, autor del Parque Bicentenario de Vitacura y la remodelación de la Quinta Normal. Ubicado a un costado del actual Cementerio Católico, en Arzobispo Valdivieso 555, constará de siete etapas en un plazo de 20 años.

Uno de sus mayores atractivos arquitectónicos será un gran jardín central compuesto por 4.700 especies, como magnolias, enredaderas, ginkgos biloba y robles americanos.

Se trata del primer cementerio construido en altura desde el siglo XX en Latinoamérica. El lugar está inspirado en la Ciudad Utópica de San Agustín y el cementerio de Westwood de Los Angeles. Será una gran ciudadela organizada a partir de patios unidos mediante calles porticadas en torno a un parque central. Tendrá un nivel superior concebido como un sistema de plazas abiertas al paisaje del valle de Santiago.

“Todas las áreas verdes estarán organizadas de forma de ser un espectáculo dentro del lugar y que den ganas de volver”, explica Felipe Simonetti, gerente general de Santísima Trinidad, empresa responsable del proyecto, que comenzó a gestarse en 2008. “Es una visión paisajística de vanguardia, que entrega una alternativa de sepultación cristiana”, agrega.

El recinto será una edificación adicional al tradicional Cementerio Católico, construido en 1878 por el arquitecto francés Paul Lathoud e inspirado en el cementerio Staglieno de Génova. A largo plazo, servirá de “sustituto” al añoso camposanto.

“Nuestra idea es que en el futuro el antiguo cementerio sea un lugar asociado al patrimonio más que un lugar de sepultación”, explica Simonetti.

El recinto, que fue bendecido ayer por monseñor Ricardo Ezzatti, contempla cuatro mil metros cuadrados, con un total de 8.000 mil sepulturas.

La dignidad del mármol

“Es una ampliación del Cementerio Católico muy apegada a la religión. Tendrá luz natural y patios ventilados. No será lúgubre”, dice Teodoro Fernández.

Según el arquitecto, desde tiempos de los primeros cristianos, la tradición romana señala enterrar en paredes y lugares secos, no en un parque como es el hábito anglosajón. El sentido de ese rito mediterráneo radica en honrar la dignidad del cuerpo, estableciendo una relación presente con quienes han fallecido, situándolos delante de los deudos y no debajo.

El proyecto conservará la costumbre a partir de sepulturas en nichos horizontales cubiertos con lápidas de mármol travertino. A juicio de Fernández, está pensado como un lugar digno y solemne, donde prevalece la comunidad por sobre el individuo, un lugar sin exaltaciones personales, donde todos los seres humanos son iguales ante la muerte.