Transportes inicia la mayor reestructuración de su historia

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.

Unidad especializada se ocupará de seguir la calidad del servicio al usuario:

Se crean cuatro divisiones y dos agencias que asumen el rol planificador y ejecutor a nivel de ciudades. La carga, fiscalización y tránsito retoman rol clave.

La última vez que el Ministerio de Transportes experimentó un cambio institucional fue en marzo de 2006, cuando -tras la salida de Ricardo Lagos de la Presidencia- dejó de operar en conjunto con Obras Públicas. Desde entonces, la cartera tuvo que abocarse en exclusiva a sobrellevar la fallida implementación del Transantiago, relegando otras necesidades logísticas del país a un segundo plano.

Hoy, con Transantiago en estabilización, la cartera inicia su mayor reestructuración histórica, buscando asumir con más propiedad la planificación de las ciudades, e introduciendo la mirada de los usuarios entre sus principales objetivos.

Según contó a “El Mercurio” el ministro Pedro Pablo Errázuriz, “cuando se analizan las contingencias que ha enfrentado el país siempre aparecen muchos temas urgentes, pero con respuesta de largo plazo. Como Ministerio necesitamos aportar soluciones de verdad, anticiparnos a los problemas y es ahí donde el Ministerio no ha estado”.

Frente a ello, durante todo 2012 la cartera ha estado desarrollando una cirugía interna. Así, se dispuso la creación de cuatro nuevas divisiones: planificación y desarrollo, que deberá diseñar las ciudades de acuerdo con las nuevas necesidades. Desde ahí operarán Sectra, la nueva Unidad de Planificación Urbana -encargada de enfrentar la congestión y los planes de transporte público-, además de la unidad Operativa de Control de Tránsito, que actuará sobre los escenarios de congestión.

También se instaura la división de Usuarios, que se encargará de recoger las necesidades ciudadanas e incluirlas en el circuito interno de la cartera. Para fomentar el desarrollo de las cargas ferroviarias, viales y portuarias nace la división de Logística y para regular la operación estará la división de Norma.

Adicionalmente, se crearán cuatro entidades casi autónomas que dependerán administrativamente de Transportes: la unidad de Fiscalización apuntará a convertirse en agencia, añadiendo más facultades y mayor tecnología en sus deberes. La Comisión de Seguridad del Tránsito pasará de un rol propositivo y educativo a la ejecución y generación de normativas.

A ellas se añaden el nuevo Directorio de Transporte Público Metropolitano “que va a mirar el transporte en forma integral, observando ferrocarriles, el Metro, Transantiago, los taxis y colectivos”, dijo Errázuriz, y el Directorio de Transporte Público Regional, que diseñará y ejecutará planes locales para las grandes ciudades en forma focalizada.