Aunque ya pocos lo creían posible: Rechazan el puerto de la termoeléctrica Castilla

Bahía Salado

A principios de año, les contábamos sobre los problemas que la termoeléctrica Castilla traería a Bahía Salado y sus alrededores. Una de las últimas y más increíbles playas vírgenes de Chile se veía condenada a desaparecer. Varias organizaciones se formaron para defender el lugar, sin embargo pasaban los meses y el proyecto parecía avanzar.

Por otro lado,  las “compensaciones” adicionales a las comunidades dadas por la empresa hicieron que varias de estas organizaciones fueran desapareciendo. En esta fuerza opositora, los vecinos de la Caleta del Totoral se destacaron como los únicos que se resistieron a los acuerdos por parte de la termoeléctrica, presentando un recurso de protección contra la aprobación ambiental del proyecto.

Ayer, la Tercera Sala de la Corte Suprema determinó paralizar la construcción de la termoeléctrica. El fallo se ha convertido en una victoria para las comunidades locales que no vieron perdida la batalla, a pesar de que a comienzos de este año el panorama se dilucidaba completamente desfavorable.Por una votación de 5 contra 0 el máximo tribunal lapidó rotundamente el proyecto de la termoeléctrica Castilla ligada al brasileño Eike Batista, que se presentó como la más grande de su tipo en Sudamérica. La justicia declaró que la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) era ‘ilegal’, evidenciando las tensiones que persisten actualmente dentro de la mecánica del sistema de evaluación de impacto ambiental.

El principal problema de su tramitación se fundó en el hecho de que el proyecto de la Central y el Puerto de Castilla habían sido sometidos por separados al sistema de evaluación ambiental. Considerando que ambos están inherentemente conectados para la transferencia del carbón y el petróleo Diesel B, los ministros argumentaron que ambos constituyen una unidad indivisible. Asimismo, la justicia revocó la sentencia dictada el 30 de enero del presente año por la Corte de Apelaciones de Antofagasta que había rechazado los recursos de protección contra la construcción del Puerto.

Es un hecho que la demanda energética es un tema a resolver estratégicamente en Chile y claramente no es una solución oponerse a todos los proyectos energéticos, pero las preguntas dónde y de qué forma se materializan estos proyectos deben volverse relevantes a la hora de diseñar un plan de energía para nuestro país. Lo que se hace muy evidente en este caso: la termoeléctrica más grande de Sudamérica sería construída en uno de los lugares más privilegiados de Chile por su belleza y biodiversidad. Claramente algo no estaba bien. Esperemos que este sea el fin de esta historia.