Gobierno elimina impuestos verdes y opta por proyecto de reciclaje

Ministerio de Medio Ambiente trabaja en iniciativa que estará lista este año. En septiembre se reunirá con Asipla y CCU, entre otros.

por Carla Alonso Bertaggia, La Tercera

Fue uno de los temas más resistidos por el sector privado en el marco de la discusión sobre el proyecto de ley de reforma tributaria que impulsó el gobierno. Los llamados “impuestos verdes” se establecieron sobre aquellos bienes cuya disposición final -según el proyecto- afecta negativamente el medioambiente y la calidad de vida de la gente, como neumáticos, pilas, baterías y envases, entre otros (ver recuadro) y se aplicaba para su primera venta e importación.

Finalmente, estos gravámenes no fueron incluidos en el nuevo proyecto de ley que el gobierno presentó a comienzos de mes. La idea, tal como señaló a La Tercera el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, era enviar el proyecto de impuestos verdes durante el segundo semestre de este año. “Va a complementarse con toda una parte de reciclaje”, señalo el 5 de agosto, en una entrevista a este medio.

Pero el Ejecutivo desechó definitivamente la idea y ahora trabaja con un sólo foco: un proyecto de fomento al reciclaje.

“No se está considerando un impuesto verde”, adelanta la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez. La decisión fue tomada por la cartera de Medio Ambiente y Hacienda.

¿La razón? “Como fue sacado de la reforma tributaria, nuestra propuesta es que avancemos hacia la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) -que significa que este último es responsable del producto después de venta y debe preocuparse de reciclarlo- y analizaremos si se creará un fondo que incentive el reciclaje para pequeños también. Pero saquemos los impuestos verdes, que causó controversia”, añade la secretaria de Estado.

El nuevo proyecto

Benítez explica que lo más relevante para el gobierno y el Ministerio de Medio Ambiente es aumentar las tasas de reciclaje de los distintos tipos de residuos que se pueden reutilizar. “Ese es nuestro focus”, señala. Esto lo harán estableciendo metas para productos prioritarios, como cartones, envases y embalajes, pilas, baterías, neumáticos, aceites y lubricantes.

“La idea es trabajar con un proyecto de ley que sea más acotado, sobre la base del REP -que se utiliza en varias partes de Europa- que es el que se ha venido desarrollando”, señala la secretaria de Estado. ¿El timming? Que esté definido de acá a fin de año, para poder presentarlo idealmente en 2012.

En ese contexto se reunirán con distintas asociaciones y empresas que están trabajando el tema, las que ya empezaron a ser contactadas. Dichas reuniones se darán a partir de septiembre. La lista de los que están siendo contactados la integran la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla), Centro de Envases y Embalajes de Chile (Cenem Chile), CCU, empresas recicladoras -como Recipet, Recupac, Tetrapack, Sorepa, Cristalerías Toro, Recycla y Chilerecicla-, además de Triciclo, que es un modelo de negocios, y Recicladores de Base, entre otras.

“Son alternativas distintas que ojalá puedan coexistir. Nos vamos a reunir con todos para escucharlos y poder enriquecer la línea de acción que tenemos pensada y conversar con ellos el modelo de gestión. La idea es no matar ningún sistema”, afirma la ministra. Aclara que el objetivo no es definir un único modelo si hoy existen distintos que están funcionando. Ejemplifica con el de Cristalerías Chile y Cristalerías Toro: parte de la producción de botellas de vidrio de vino que elaboran se destina al mercado nacional, y para volver a producir vidrios recolectan muchos de estos envases.

Otro modelo es el de Recupac, empresa que recolecta residuos como cartones y embalajes, por los que paga, y luego los vende a otra firma que lo necesita, haciendo de intermediario. Un modelo similar tiene Sorepa, que se encarga de la gestión de residuos y funciona como centro de acopio.

Los beneficios

La razón de enfocarse en el fomento del reciclaje es que se disminuye la cantidad de desechos que llegan a los rellenos sanitarios, “por lo que hay un beneficio ambiental muy potente”, acota Benítez. Además, “hay un beneficio para los municipios, porque recolectan menos basura y pagan menos en el traslado y disposición final. También, porque estos residuos que se recolectan tienen un uso posterior y se valorizan”, afirma Benítez. La ministra explica que los actores de este mercado requieren recuperar estos residuos para tener materia prima para poder trabajar. “Muchas veces lo importan por un problema de gestión y de no tener el incentivo correcto”, dice Benítez. Ejemplifica con el caso del plástico, que la mayoría se puede volver a usar como materia prima, pero se requiere una gestión “bastante bien hecha”. Además, aumentando las tasas de reciclaje se genera “mucho empleo y nuevos emprendimientos”, afirma. En el caso del plástico, apenas entre un 5% y 10% logra valorizarse posteriormente. “Hay potencial de reciclaje. En plástico, por ejemplo, “llegar al 20% en 2020 sería un éxito. Ahí vemos que hay una brecha”, indica Benítez.