Sanhattan contará con 215 nuevos estacionamientos para bicicletas en 2013

La demanda por estos espacios aumentó en torres de oficinas como Titanium, debido a los tacos en el sector.

Por Darío Zambra, La Tercera.

Arturo Tapia pedalea por Santiago en una bicicleta “pistera” de los años 70. Está pintada de blanco y tiene un sillín de cuero de color café. Se transporta en ella todos los días desde su casa, en Antonio Varas con Pocuro, hasta su trabajo, en la agencia de marketing digital Reprise Media, donde es director de Proyectos.

La oficina de su empresa está en el piso cinco de la Torre Titanium, y antes de subir ahí, Arturo deja la “pistera” en un estacionamiento especial para bicicletas en el subsuelo del rascacielos. Son 196 aparcaderos ubicados en un recinto cerrado, con guardias y acceso controlado. Ahí, las bicicletas se pueden colgar o asegurar en estructuras metálicas. “Es una buena idea. Antes nuestra oficina estaba en una torre de Av. Andrés Bello que no tenía este tipo de espacios y había que dejar la bicicleta en cualquier lado”, cuenta Tapia.

Titanium fue una de las primeras torres de Sanhattan en construir un lugar especial para aparcar bicicletas. Hoy, son pocas las torres de oficinas del sector que no cuentan con estos espacios. Robert Dagach, director de Management Services de CBRE, empresa que administra gran parte de las construcciones de la zona, asegura que en el barrio la tendencia partió a mediados de la década pasada y aumentó en los últimos años.

“Cada día son más los ejecutivos que llegan pedaleando a sus oficinas, ya sea porque quieren evitar los tacos o como una forma de no impactar el medioambiente. Por eso ha aumentado la demanda por estos espacios”, explica el experto.

Actualmente, en Sanhattan hay alrededor de 980 aparcaderos para bicicletas. La cifra incluye los 196 de Titanium; los 200 del mall Costanera Center, que están ubicados en el exterior, en las veredas de Av. Vitacura y Av. Andrés Bello, y los 100 que posee Territoria 3000, la torre donde está el hotel W.

El resto se ubica en edificios que han ocupado algunos estacionamientos de vehículos con estructuras metálicas para dejar las bicicletas. Es el caso de construcciones como El Golf 2001, Isidora 200 y la Torre Burgos. “En cada uno de ellos se han habilitado espacios con capacidad para al menos 30 de estos medios de transporte”, asegura Dagach.

Tanta es la demanda de los ejecutivos por estos lugares, que la tendencia no se detiene. De hecho, el próximo año el barrio El Golf contará con otros 215 aparcaderos de bicicletas. Ahí se contabilizan los 120 de Parque Titanium y los que se crearán en torres que aún están en construcción, como Alto El Golf y Patio Foster, que se levanta en la esquina de Apoquindo con Enrique Foster. Además, en Titanium se evalúa instalar nuevos, debido a la alta demanda.

“Estos espacios son una necesidad para los edificios de oficina”, dice Exequiel Glisser, socio de la empresa que levanta Alto El Golf.

De hecho, también comienza a serlo para las construcciones más antiguas: hace un par de meses, en un edificio que se levantó hace 20 años en calle Napoleón, se decidió habilitar estacionamientos para bicicletas. ¿La razón? Fueron los propios ejecutivos de sus oficinas quienes los pidieron.