Ciudades de regiones sufren más episodios críticos que Santiago por mala calidad del aire

Contaminación se focaliza en urbes de la zona centro sur por el uso de leña:

En lo que va del año, Osorno ha llegado 15 veces a niveles de preemergencia y 4 al de emergencia. Chillán alcanzó promedios diarios que quintuplican la norma de PM10.

Por Equipo de Regiones, El Mercurio.

“Empieza una picazón en la garganta y en la nariz se siente como ají. Yo ya me he enfermado, y es por culpa del humo que sale de las casas donde ocupan leña mojada”, dice Ximena Oyarce (56), vecina de Talca, ciudad que sólo en junio registró siete episodios críticos por mala calidad del aire.

Una situación similar viven los habitantes de la mayoría de las ciudades del centro sur del país, donde la contaminación por el uso de leña supera con creces el número de veces que en la Región Metropolitana y obligan a tomar medidas preventivas para la salud de la población.

En Osorno, por ejemplo, el límite máximo de material particulado grueso (PM10) se ha superado este año en 46 ocasiones, más del doble que en 2011. Si se aplicaran las mismas medidas que rigen en Santiago ante la contaminación ambiental, se habría decretado preemergencia en 15 oportunidades y emergencia en cuatro. Pero en esa ciudad no hay plan de descontaminación.

Otra ciudad que ha alcanzado niveles equivalentes a emergencia ambiental es Chillán, con máximos de hasta 800 microgramos por metro cúbico (ug/m3) de PM10. El humo mezclado con la neblina -dice el alcalde de Chillán Viejo, Felipe Aylwin-, incluso afecta la visibilidad. “Estamos en una parte baja, y con la neblina se crea una situación complicada, porque impide hasta avanzar… Hemos tenido accidentes de tránsito producto de esto”, afirma.

No es un caso aislado. Coyhaique concentra 23 mil artefactos (12.200 de ellos, cocinas) que cada año consumen 350 mil m3 de leña. Entre abril y julio, la norma diaria de PM10 se ha superado ya en 27 oportunidades, siete de ellas este mes.

Y esto, sin considerar el material particulado fino (PM2,5), más peligroso al ser respirable. Desde este año existe una norma que lo regula (ver recuadro), y en muchas de estas urbes aún no se mide. Según el Primer Informe del Estado del Medio Ambiente -dado a conocer por el ministerio del ramo en junio-, en Chile hay 30 ciudades que sobrepasan esta nueva normativa.

Osorno, donde este año la norma de PM2,5 se superó en 42 ocasiones, fue la primera ciudad de Chile en ser declarada zona saturada por material particulado fino, mediante un decreto supremo dado a conocer el lunes por la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.

En Curicó también se mide el PM2,5: entre abril y mayo hubo siete episodios sobre la norma, mientras que los datos de junio y julio aún se están procesando. El nivel más alto se produjo el 19 de mayo, con 114 ug/m3, más del doble que la norma diaria permitida (50 ug/m3).

En O’Higgins, después de tres años de la declaración de zona saturada para las 17 comunas del valle central de la región, el plan de descontaminación para Rancagua está en proceso de aprobación ciudadana. Este año la norma de PM10 se ha superado en 20 ocasiones, y la de PM2,5 en 48 oportunidades.

“Ahora tenemos todas las herramientas de diagnóstico de la calidad del aire, y después de la aprobación del plan de descontaminación podremos tomar medidas concretas”, dice Juan Prieto, seremi de Medio Ambiente de O’Higgins.

En Temuco y Padre Las Casas hay un plan de descontaminación que contempla el recambio de calefactores a leña. Pero los efectos no son inmediatos. Este año se superó la norma de PM10 en 14 ocasiones, y de PM2,5 ya van 50 episodios críticos.

EXPOSICIÓN

Se estima que en Chile hay 10 millones de personas expuestas a una concentración de PM2,5 sobre la norma. La partícula más dañina

El PM2,5 es el contaminante compuesto por partículas de un tamaño inferior a 2,5 micrones, suficientemente pequeñas para penetrar en las vías respiratorias y llegar hasta los pulmones y los alvéolos, lo que aumenta el riesgo de mortalidad prematura por efectos cardiopulmonares. Hasta ahora, la mayor parte del monitoreo de calidad del aire se centra en el material particulado más grueso (PM10), pero con la entrada en vigencia en enero de la norma para el PM2,5 se está incrementando el número de estaciones que lo miden. Pese a esto, se estima que en la zona sur del país el 70% del material particulado grueso está compuesto por PM2,5, mientras que en el centro del país llega al 50% y en el norte al 14%.