Transportes impulsa medidas para reducir uso del automóvil y la congestión en Santiago

Primer adelanto del Plan Maestro de la capital al 2025:

Cartera definirá nuevas líneas de metro y trenes de cercanía hacia Maipú, Colina y Puente Alto, las zonas que más crecerán.

Por Manuel Valencia, El Mercurio.

Más de 2,7 millones de automóviles -es decir, el doble del actual parque vehicular- circularán por las calles de Santiago en un plazo de sólo trece años. Este brusco aumento de la motorización de la capital derivará en un incremento considerable de la congestión; sobre todo, en las comunas de Maipú, La Florida, Puente Alto y Colina, en las que se generarán las mayores adquisiciones de vehículos en los próximos años.

No es todo. Los viajes se concentrarán en el nuevo macrocentro urbano de Santiago, que comenzará en el Barrio Cívico y terminará en el sector de El Golf.

Éstas son algunas de las proyecciones realizadas por el Ministerio de Transportes para comprender cómo se movilizarán los santiaguinos hacia 2025.

El análisis fue presentado en la última reunión del Comité de Ministros de Ciudad y Territorio (Comicyt), una instancia que agrupa, entre otros, a los ministerios de Transportes, Obras Públicas y de Vivienda, para definir planes de desarrollo de la capital. Con esos datos en mano, la cartera trabaja en la elaboración de un nuevo Plan Maestro de Transporte de Santiago, que será dado a conocer en diciembre próximo.

Desincentivos

La subsecretaria de Transportes, Gloria Hutt, adelantó a “El Mercurio” cuáles serán los énfasis de la cartera para prevenir el caos vial que amenaza con convertir a Santiago en una ciudad “insostenible” en la próxima década. “Es una necesidad urgente. Cada vez, las proyecciones de número de vehículos y de viajes son más grandes, y naturalmente, la infraestructura no va a crecer al mismo ritmo. La vialidad comienza a ser un recurso más escaso y el Estado tiene que definir cómo se asigna”, explica Hutt.

Entre las medidas -aplicadas por países europeos- que estudia la cartera están la aplicación de tarificación vial; el aumento del impuesto a los combustibles; un costo mayor a los estacionamientos, y un sistema que permita definir un valor diferenciado de los seguros automotores, con el objetivo de asignar un mayor costo para los vehículos de zonas periféricas que realicen viajes más largos, y que, por lo tanto, ocupen por más tiempo el cada vez más escaso espacio vial.

“La idea es hacer que la persona que usa el automóvil sepa el costo que implica para la ciudad esa decisión, y que lo pague”, agrega.

Paralelamente, se trabaja en un plan de fomento del transporte público para absorber a los pasajeros que opten por dejar el auto en casa. Fuentes de la cartera señalan que dentro de los proyectos se incluirán las líneas 7 y 8 que conectarán el centro con zonas de alto crecimiento demográfico (sobre todo en el norte), además de dos trenes de cercanía que ya estudia EFE para unir Santiago con Batuco (Lampa) y Padre Hurtado.

Para el experto en Transportes de la UC Juan Carlos Muñoz, el plan debe incorporar la figura de una autoridad metropolitana al estilo londinense, que coordine diversos medios de transportes. “En períodos punta se va a generar una crisis. Las ideas probadas, como el cobro por estacionar y el impuesto a la gasolina, funcionan. La tarificación es interesante. Se puede cobrar por momentos y lugares específicos, y esto permite recibir fondos que se pueden invertir en transporte público”.

El doctor en Transportes de la U. Diego Portales, Louis de Grange, sostiene que la solución no pasa por aplicar tarificación vial. “Hay demasiadas expectativas que la medida no cumple. Si se aumenta el precio por circular, los automovilistas lo pagarán”.

En el plan también trabaja el Ministerio de Obras Públicas. El ministro Laurence Golborne señaló que su cartera está desarrollando el Plan Integrado de Desarrollo de Autopistas (PIDA), que “conforma una red de rutas concesionadas”.

También, el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez, dijo que en el plan será clave el proyecto de ley de aportes al espacio público, que busca obligar a las nuevas iniciativas inmobiliarias a pagar por el impacto vial que generan.

25% será la caída de los pasajeros del transporte público que se proyecta hacia el año 2025, si el Estado no aplica un plan de fomento a su uso, además de medidas para desincentivar el automóvil.

57% de los viajes se realizarán en automóvil en Latinoamérica, según un estudio del International Transport Forum. El análisis es considerado por el Gobierno para realizar la proyección de Chile.