Construcciones iniciadas en 2011 equivalen a cinco veces la superficie del Gran Santiago

Municipios aprobaron 149 mil obras, 57% más que en 2010:

A través de los planes reguladores, los alcaldes que más viven este boom están ordenando el creciente interés de inmobiliarias en sus terrenos.

Por Macarena Toro y Nadia Cabello El Mercurio

Santiago es la segunda comuna con más metros cuadrados en construcción del país. Los casi 320 mil m {+2} de casas y departamentos la ubican como líder de la Región Metropolitana. El interés de las inmobiliarias es indudable y casi no existe paño de terreno, al sur de la Alameda, donde no haya algún tipo de construcción en proceso.

En Coronel vieron una oportunidad con el terremoto del 27-F. Promocionaron sus terrenos planos y lejos del mar (prácticamente únicos en la Región del Biobío) a las constructoras, no sólo para ampliar la oferta a sus vecinos, sino que para cubrir la demanda de habitantes de otros sectores. Tan bien le fue que, con seis mil proyectos iniciados en 2011, es la comuna del país que generó mayor desarrollo.

La demanda inmobiliaria presentó una fuerte alza el año pasado. Según el Sistema de Información Municipal, de 95 mil construcciones iniciadas en 2010, se pasó a 149 mil, lo que equivale a un alza de 57%. En total, se levantan viviendas en 10,3 millones de m {+2} , superficie que equivale a más de cinco veces la del Gran Santiago .

En Santiago, el alcalde Pablo Zalaquett reconoce que la alta demanda se produce porque “hay interés de la gente por vivir aquí. Los santiaguinos no se quieren ir, sus hijos quieren comprar su departamento en la comuna también y gente de otros lugares quiere venir. Eso lo han captado las empresas constructoras”.

El edil dice que este interés se explica por el aumento de áreas verdes, mejoras en las calles e instalación de más luminarias. Pero no son las únicas razones. En los últimos dos años, al menos tres sectores de la comuna -los barrios Avenida Matta, Universitario y Santa Isabel- han experimentado cambios al plan regulador que, si bien protegen las áreas residenciales y los lugares patrimoniales, permiten construir en altura en las avenidas principales, como Vicuña Mackenna o Santa Isabel.

“Hace años en Santiago se vio un crecimiento explosivo. Varios edificios que incluso hoy están en construcción son producto de eso, de la valoración que tiene la gente por estar cerca de todo: de sus trabajos, sus escuelas, universidades, del comercio, de lugares de entretención, de todo. Pero lo que he hecho en mi gestión es tomar distintas opiniones de varios urbanistas, de varias universidades, y ver cómo apoyar el crecimiento de la comuna, pero un crecimiento cuidado y sustentable”, dice el alcalde.

El plan regulador de Coronel también ha sido cambiado para responder a las demandas. El alcalde Leonidas Romero explica que éste aún no entra en vigencia, pero que establece una serie de normas, como por ejemplo que todas las construcciones deben dejar espacio para “equipamiento” de otras necesidades, como áreas verdes. “Después del terremoto hicimos seis ferias inmobiliarias y se generó mucho interés tanto de las constructoras como de la gente, porque esta es una comuna segura y tranquila”, detalla el edil.

Y, pese a las modificaciones, el plan regulador mantiene en 6 pisos el máximo de altura para las construcciones, con el fin de dar armonía a la comuna.

Sitios abandonados

Ñuñoa es la segunda comuna de la Región Metropolitana que más obras iniciadas tiene. Son 2.673 construcciones que incluyen casas y departamentos y que hoy muestran un apogeo del sector. El edil Pedro Sabat relata que hace 15 años pidió un catastro y descubrió que cerca de 700 sitios en la comuna estaban abandonados, porque sus propietarios no tenían cómo mantenerlos. La mayoría eran terrenos de más de 500 m {+2} y había interés de inmobiliarias. El problema era que en muchos sectores no se podía construir en altura, algo que frenaba a las empresas que querían comprarlos. “Eso lo solucionamos flexibilizando las normas de edificación para construir en altura; eso sí, siempre cuidando el entorno y buscando aquellos lugares donde no se perdiera la vida de barrio. Lo hemos logrado”, asegura Sabat.

Desde entonces, el crecimiento ha sido explosivo. “La gente quiere vivir en Ñuñoa porque lo tiene todo a un paso en 16 kilómetros cuadrados, y la gente valora la vida de barrio que aquí se respira. Las constructoras han captado eso”, enfatiza el edil.

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10,3

millones de metros cuadrados empezaron a construirse el año pasado. De las 20 comunas con mayor desarrollo inmobiliario, cuatro están en Santiago.