El embalse Puclaro se secaría en diciembre

Agudo déficit de lluvias complica a 5.200 regantes de Vicuña, La Serena y Coquimbo:

Nivel actual de la reserva llega al 15,7% de su capacidad y si no llueve a fines de año, no entregará recursos hídricos. Agricultores reciben 40% menos del agua que durante un año normal.

Por Matíás Rovano Bustos, El Mercurio.

En el camino al Valle de Elqui, Región de Coquimbo, la imagen es impactante. Árboles muertos, restos de casas y hasta el viejo camino a Vicuña, que estaban cubiertos por los 200 millones de m {+3} de agua que hasta hace unos años tenía el embalse Puclaro.

Reaparecieron por la acción de la prolongada sequía en la zona. En cerros que rodean el enorme tranque se puede advertir el nivel máximo que alcanzó el agua y su retroceso.

El panorama no es alentador. La estructura, que abastece a 5.200 usuarios y permite regar 23 mil hectáreas de frutales y hortalizas en Vicuña, La Serena y hasta Coquimbo, tiene hoy sólo el 15,7% de su capacidad.

Desde septiembre de 2009 el nivel del embalse comenzó a bajar al punto que hoy sólo tiene 31 millones de m {+3} . En 2006 y 2008 registró su máxima capacidad: 200 millones de m {+3} .

“Hoy, con sequía, estamos teniendo caudal de entrada del orden de 2 a 3 m {+3} /seg y el caudal de salida máximo es casi 5 m {+3} /seg. Tenemos un déficit de abastecimiento y la situación se está poniendo más grave por la sequía. Si sabemos manejar bien estos volúmenes, sólo podríamos asegurar la entrega de agua hasta diciembre”, explica Manuel Domínguez, ingeniero repartidor de aguas de la Junta de Vigilancia del Río Elqui. Sólo las medidas implementadas por la entidad han permitido que los campos tengan riego: restricción en la entrega de agua y registro de los caudales en los canales.

Felipe Flores, director del canal Bellavista, en Coquimbo, explica que la rebaja en la entrega del agua ha provocado la reducción de las hectáreas sembradas. “Nos entregan un 40% menos de lo que corresponde a un año normal, pero con las obras que se han implementado estamos sobreviviendo”, comenta Flores, quien decidió cambiar sus cultivos de hortalizas por alfalfa, que requiere menos agua.

La situación sería más compleja a partir de septiembre, cuando parte la temporada fuerte de riego, en que aumenta la demanda de agua. Y ante una eventual falta de reservas por precipitaciones, el embalse La Laguna, ubicado en la precordillerana de Elqui, se está utilizando para acumular todos los excedentes posibles que llegan de afluentes distintos al río Elqui.

De hecho, está al 70% de su capacidad (35 millones de m {+3} ). “Es más estratégico que el agua esté arriba que en el medio de la cuenca, porque si por algún motivo se sufre más déficit en el tramos del río Elqui, que abastece Puclaro, podemos reforzarlo enviando agua desde La Laguna”, explica Domínguez. El seremi de Agricultura, Juan Francisco García, dice que La Laguna “actúa como regulador y permite tener agua constante durante el año”.

200 millones de m {+3} es la capacidad máxima del embalse Puclaro. Se llenó en 2006 y 2008.

134 millones de m {+3} tenía el embalse en junio de 2010, cuando la sequía no era muy severa.

31 millones de m {+3} tiene ahora el embalse Puclaro, que es surtido por agua del río Elqui.

Las precipitaciones no alcanzarían

En la zona cordillerana de Elqui hasta el momento sólo ha nevado una vez este año. Este tipo de precipitación es la más importante, porque en el verano el agua que se derrite permite recargar las napas, ríos y embalses.

A fines de mayo se registró un temporal que dejó 1,15 metros de nieve, y lo óptimo al fin del invierno es acumular entre 2 y 3 metros. Según informes meteorológicos que maneja el Ministerio de Agricultura, el fenómeno de “La Niña” ya se retiró de la zona y existe una situación neutra.

“Eso significa que podríamos tener precipitaciones que están consideradas dentro de un año normal. Un año normal es el promedio de 30 años, por lo tanto, eso no nos sirve y necesitamos uno más lluvioso, lo que podría ser con el fenómeno de ‘El Niño’, aunque aún no hay claridad sobre su entrada durante la temporada. Podrían darse episodios lluviosos terminando el invierno”, sostiene García.