Municipio de Castro pide eliminar tres pisos de mall para aminorar impacto patrimonial

Centro comercial, que fue aprobado por el concejo municipal, está ubicado cerca de una iglesia declarada patrimonio.

por Manuel Valencia y Flor Guzmán La Tercera

Sólo cuatro cuadras separan a la iglesia San Francisco de Castro del nuevo mall de más de siete pisos que se levanta en pleno centro histórico de la ciudad. Este esquema no generaría mayor problema si se piensa en el centro de cualquier urbe del valle central de Chile. Sin embargo, según expertos, si se considera que el templo de madera es uno de los 16 declarados como Patrimonio de la Humanidad en 2001 y que se inserta en una zona de alta riqueza arquitectónica, por la cercanía a los palafitos que definen la identidad chilota, se explica la polémica generada ayer por los detractores del proyecto de la empresa Pasmar.

A través de redes sociales, diversas agrupaciones lamentaron el cambio al perfil urbano de Castro generado por el centro comercial de US$ 27 millones, que se inaugurará a fin de año. “Lo vemos como una aberración. No respeta en absoluto la identidad del lugar, una identidad además que es patrimonio y que tiene una iglesia que es de las más antiguas del país”, afirma Edward Rojas, arquitecto de la zona y asesor del grupo Cómo Vamos Castro, que dio a conocer la situación.

Esta crítica la comparte el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard. “Nadie niega los beneficios de un mall en términos de empleo y comercio. El problema está en la forma en que se hizo y en el impacto urbano. Existen malls en cascos históricos que son oportunidades para revitalizar. Acá se utilizó un lenguaje arquitectónico de cualquier mall suburbano afectando la postal con que Castro es conocida en todo el mundo. Esa imagen cambió para siempre con ese gigante que emerge y anula la iglesia”.

Frente a las críticas, el alcalde de Castro, Nelson Aguila (DC), señala que los vecinos de la comuna defienden la obra. “La mayoría de la gente de Castro y el concejo municipal quiere el mall, pero siempre que se encuadre dentro de la ley y del plan regulador”.

Mayor superficie

En noviembre del año pasado el Municipio de Castro solicitó al Juzgado de Policía Local la paralización de las obras debido a que sobrepasó en tres pisos los cuatro autorizados por la Dirección de Obras Municipales (DOM). Asimismo, aumentó de los 24.137 a 33.000 los metros cuadrados aprobados y construyó más de los 149 estacionamientos que presentó en el proyecto, para eximirse de un estudio de impacto de tránsito (Eistu).

Por ello, la directora de Obras Municipales de Castro, María Luisa Cifuentes, dijo que se solicitará que el proyecto se ciña al que fue aprobado por el municipio y se recomendarán obras anexas para adaptarlo al estilo arquitectónico de Chiloé.

“Si se elimina lo que está sobreconstruido y sobrepasado se produce menos impacto. Esperamos que el propietario entienda que con todo lo que ha generado esto, él podría aportar poniéndole un valor agregado al proyecto y haciéndolo más típico de acá o modificar algún aspecto, porque no está terminado”, señaló.

De todas formas, agregó que la foto que inició la polémica, que circula por las redes sociales, “está tomada desde el ángulo que más le desfavorece al proyecto. El territorio que ocupa es una esquina con vista bonita, que produce un impacto visual”.

Consultada la empresa Pasmar, que desarrolla el mall, declinó referirse a la obra y señaló que para esta mañana entregarán una versión.

Pasmar, el grupo detrás del proyecto

Es de propiedad de la familia Mosa, y posee varios proyectos en el sur del país, relacionados con los ámbitos de supermercados, inmobiliario, turístico y hotelero, incluyendo dos malls en Puerto Montt: Paseo del Mar y Paseo Costanera. Uno de sus socios, Aníbal Mosa, es el segundo mayor accionista de Blanco y Negro (ByN) y candidato a la presidencia de Colo Colo.