Crece inseguridad en la capital de Aysén por barricadas y vandalismo

El comercio en el centro de la ciudad cierra a las tres de la tarde para que locatarios y trabajadores se vayan temprano, y algunas empresas paralizaron faenas por falta de combustible.

por Verónica Moya y Nicolás Gutiérrez El Mercurio

“La gente está asustada, tiene temor y no sabe que hacer. Nosotros pedimos a los dirigentes (del movimiento) que tengan la capacidad y responsabilidad de ir cerrando los temas y de condenar el vandalismo”.

Las palabras del vicepresidente de la Cámara de Comercio de Coyhaique, Héctor Canales, refleja la situación de sus asociados. La mayoría del comercio en el centro de la ciudad cierra a partir de las tres de la tarde, incluso las grandes tiendas. Sus propietarios y trabajadores se van temprano a sus casas, al igual que la mayoría de los 50.000 habitantes de la capital regional. Muy pocos circulan de noche.

En los últimos días la tensión y la sensación de inseguridad ha aumentado en la zona, principalmente por los apedreos a locales comerciales -varios de ellos cubren sus ventanales con madera-, y principalmente el bloqueos de calles con barricadas incendiarias

A esto ayuda que hay que movilizarse a pie o en bicicleta. Desde el lunes no hay nada de combustible y ya se acabó el gas licuado. Algunos abarrotes y alimentos ya empiezan a escasear en algunos locales.

Decenas de autos continúan detenidos desde hace dos días en largas colas en espera del combustible que no llega, y algunas empresas, como constructoras, paralizaron sus faenas por falta de combustible.

El gerente de Hertz, Pablo Cristi, pidió a las autoridades que se restablezca el Estado de Derecho ” Esto no da para más. Tenemos autos con turistas atrapados en distintos puntos de la región y no pueden moverse”, dijo. La presidenta de la Cámara de Turismo, Ana María Carrera, dijo que “estamos viendo como día a día aumenta la tensión y los desmanes. Esperemos que esto no se incremente”.

El “giro” de la alcaldesa aisenina

En enero de 2010, poco antes de que terminara el gobierno de Bachelet, la alcaldesa de Puerto Aysén, Marisol Martínez (PS), rechazaba una toma del puente Ibáñez por parte de pescadores artesanales. “No corresponde ni a este grupo ni a ningún a otro tomarse el puente (…) No estoy de acuerdo con esa toma ni ninguna advertencia futura, no corresponde a un Estado de Derecho”. Sin embargo, en los últimos días apoyó los bloqueos tanto en ese puente como en rutas, argumentando que es “una medida de presión para que el Gobierno escuche”. Ayer dijo que en 2010 era sólo un grupo el que se tomó el puente y no todos los gremios, los que además rechazaron esa movilización. “Hoy me recuerdan sólo a mí, es aprovechamiento político”, afirmó.