Turismo Cultural para Santiago Centro

La noticia de que una consultora extranjera está evaluando la comuna de Santiago para formular un plan de turismo debería generar enérgicas instancias de discusión para orientar las posibilidades de proyectar el valor turístico local sin sacrificar su carga patrimonial. La consultora internacional Chias visitó Santiago en un recorrido de evaluación para levantar los sectores con potencial según su “unicidad”, factor que declaran indispensable para ser valorados tanto en el interior como en las ligas internacionales. El nomadismo contemporáneo del turista ha exacerbado la lucha de posicionamiento en el panorama universal y a pesar de que existe un objetivo generalizado por realzar la particularidad de los valores locales, las intervenciones que intentan volver estas piezas urbanas más atractivas tienden a responder a una demanda global que poco proyecta su unicidad. Conocido este riesgo y si existe la intención por generar un plan de turismo en la comuna, la participación ciudadana es fundamental para proyectar un turismo cultural, esto es, potenciando los patrones de comportamiento que han cargado los espacios única y simbólicamente.

La noticia evidencia una preocupación municipal por potenciar el turismo en el centro de Santiago, exaltando los lugares emblemáticos y proyectando de algún modo una ciudad más reconocible, legible y accesible para quienes la visitan. El hecho de que Santiago figuró en el ranking de The New York Times como el principal destino recomendado en el 2011, confirma su posicionamiento progresivo como una ciudad atractiva para conocer. Hace un tiempo atrás les consultamos qué lugar le recomendarías a un extranjero conocer en su primera visita a Santiago, pregunta que desplegó una contundente lista de comentarios sobre distintos focos de la ciudad que demuestra la diversidad que posee en espacios de interés, con alta particularidad en paisaje y patrimonio. El interés por generar un espacio más abierto para el turismo alude a una oportunidad para valorizar el espacio público, potenciando las prácticas que ahí ocurren para atraer nuevas inversiones en barrios únicos e irrepetibles.

La consultora especialista en marketing de ciudades describió someramente la metodología del plan turístico 2010-2016 para la comuna de Santiago, que esboza un primer listado de los sectores más valorizados. A partir de este barrido se genera un ranking que define los sitios prioritarios según las características urbanas y de unicidad que pertenecen. La ruta revisada por la consultora incluyó la Plaza de Armas, el cerro Santa Lucía, el Mercado Central, los barrios Lastarria y Concha y Toro. Tras la salida de terreno, se destacó la necesidad de “mejorar el entorno y ordenar el mercado con más cafeterías para darle mayor importancia a la gastronomía. En el caso de la Plaza de Armas, hay que redistribuir los espacios. Es una tendencia mundial la ocupación de las plazas, pero aquí hay que controlarla y ordenar el comercio”.

Por otra parte, el plan propone la creación de encuestas a turistas y empresarios del rubro para conocer su visión de Santiago. Es relevante previo a definir observaciones desde la demanda turística externa, conocer la particularidad que de raíz le otorga valor por sobre otros espacios dentro de la capital, permitiendo conocer cuál es su oferta cultural y de qué modo las personas la consumen y participan en estos espacios haciéndolos únicos. Levantar la gastronomía en el mercado central con más cafeterías, que en principio parece una estrategia afín a una demanda de turismo externa que busca permanecer ahí mayor tiempo, puede constituir una amenaza al reducir la dinámica misma de mercado, con la diversidad de usos, colores y sabores que este ofrece. El intento por satisfacer la demanda turística tiende a correr el riesgo de generar lugares que simulan cada vez más una supuesta autenticidad mientras se degradan las prácticas que solían constituirlo como espacio único.

Para potenciar un turismo cultural sostenible se debe traducir el espacio urbano a uno accesible y atractivo para quien lo visita y siempre reconociendo las cualidades que otorgan particularidades a la ciudad. Santiago centro, una comuna que más que unos pocos hitos posee un alto atractivo al considerar sus matices en la trama urbana, alta diversidad barrial, parque urbano y cerro isla, tiene que desarrollar un turismo enfocado a circuitos y recorridos que permitan proyectar está gradación. Para esto, no sólo construir un ranking de espacios de mayor interés para intervenir, sino generar rutas a través de transportes alternativos como lo fue la iniciativa de las caminatas grupales o en bicicleta, que permitan acceder y percibir mejor la comuna, extendiendo los beneficios del turismo a distintos barrios de la ciudad.