¿Qué tan necesarios son los espacios públicos en la actualidad?

Barrio Brasil - Imagen vía Plataforma Patrimonio

Por José Manuel Vidal, Arquitectura UC

Sin duda alguna, el término espacio público nos es común a todos los ciudadanos. Durante siglos estos lugares han sido puntos centrales en el desarrollo tanto de ciudades como de civilizaciones completas. Es a través de estos espacios donde históricamente se han desarrollado no solo actos cotidianos sino además grandes hitos de nuestra historia. En este sentido, es necesario reconocer la importancia que estas piezas urbanas poseen en el desarrollo de nuestra sociedad. Su presencia naturalmente define el actuar de los individuos dentro de una ciudad, estableciendo relaciones de diverso orden dentro de ella. Por ello, el valor del espacio público es definitivamente transversal, es a través de estos lugares por donde nos expresamos, nos recreamos o nos desplazamos.

Sin embargo, hoy han nacido nuevos espacios de reunión y congregación ciudadana, que se desarrollan buscando generar las mismas actividades y situaciones que se producen en los espacios públicos. Ejemplo de ello encontramos los centros comerciales, clubes deportivos e internet (entre otros) representando un medio nuevo y distinto de reunión colectiva. ¿Qué tan necesarios son entonces los espacios públicos en la actualidad?

Desde sus comienzos el concepto de espacio público ha estado fuertemente ligado a la idea de reunión. A partir de estos lugares de encuentro se desarrollaba la vida pública de las ciudades, realizándose todo tipo de actividades, y evidenciando la importancia de estos elementos en el desarrollo urbano. En este sentido, es esencial reconocer la importancia de “lo público” de estos espacios. Esta dimensión pública es, sin duda, lo que definitivamente hace que estas piezas urbanas tengan el valor que poseen dentro del desarrollo de la sociedad. La función pública de estos elementos, nos lleva a entenderlos como un derecho de todo ciudadano en la medida que se utiliza como un lugar verdaderamente público. En este sentido, la dimensión democrática que estos espacios poseen, permite generar una verdadera convivencia ciudadana.

En el caso de Santiago, por ejemplo, los parques, plazas y calles son elementos esenciales para comprender la dimensión cívica de sus habitantes. Un claro ejemplo de esto es el caso de “Plaza Italia”. Este lugar ha sido históricamente el centro de encuentro masivo en cuanto a expresión ciudadana. Cada año vemos cómo los habitantes de esta ciudad se congregan en este importante nodo para celebrar las victorias deportivas, sociales, etc. En este sentido, este lugar junto con tener una función vial importante (víncula dos grandes avenidas), es además uno de los centros de expresión cívica más importantes dentro de nuestro país.

El caso de las maratones masivas es otro caso sumamente especial. Durante los últimos años hemos visto como estas instancias se hacen cada vez más frecuente dentro del paisaje urbano de Santiago. Año a año se ha producido un aumento significativo en la participación de los ciudadanos en estas instancias. La idea de correr dentro de un colectivo refleja sin duda el desarrollo de una cultura cívica sumamente enriquecedora. La posibilidad de cada corredor de ocupar las calles para realizar en conjunto esta actividad llena de valor al espacio público. Bajo esta idea, uno de los incentivos más grandes de estos eventos, es el sentido público y colectivo que estas instancias representan.

Sin embargo, hoy han nacido nuevos espacios de reunión y congregación ciudadana, que se desarrollan buscando generar las mismas actividades y situaciones que se producen en los espacios públicos, como los Centros comerciales, clubes deportivos e internet (entre otros). Sin embargo, a pesar del valor que estos elementos puedan tener dentro del desarrollo de la sociedad, es necesario reconocer que ninguno de estos medios logra suplir las características esenciales del espacio público. En ninguno de estos casos, la dimensión pública y cívica de la que se hacía mención anteriormente, logra ser realmente efectiva.

Por una parte, tenemos a los Centros Comerciales. Estas importantes piezas dentro del desarrollo la ciudad, han sido capaces de generar enormes cambios dentro de la organización urbana y social. A pesar de ser estos lugares, un masivo punto de encuentro para los ciudadanos, su dimensión privada no permite desarrollar libremente una condición cívica. El comportamiento de cada uno de los individuos que concurren a estos espacios, está totalmente condicionado por la voluntad de un dueño, por lo que el accionar de los ciudadanos dentro de estos lugares responde a lógicas distintas a las de la sociedad.

El caso de Internet es distinto. Durante los últimos años, está plataforma virtual se ha ido transformado en uno de los medios más utilizados por los ciudadanos a la hora de pensar en interacción. La posibilidad de inmediatez que este medio posee ha generado una verdadera revolución en torno a las relaciones personales dentro de nuestra sociedad.

El potenciamiento de este tipo de medios, tanto los centros comerciales como internet, le entrega la posibilidad al “cliente”, de acceder a lo que el estime estrictamente necesario. En este sentido, el diseño se centra en satisfacer necesidades particulares por sobre las colectivas. Sin embargo, la necesidad de los espacios públicos radica no sólo en su importancia dentro de la composición urbana, sino que además son elementos esenciales para el desarrollo de una sociedad. El desarrollo social requiere de una cultura ciudadana y en comunidad, en donde el espacio público no solo permite que se den estas instancias, sino que representa en sí mismo un concepto importante de esta sociedad.