Diseño de espacios públicos a partir de la componente del Riesgo

Imagen: "Living with risks" p.19 © Chris Edwards

Hoy, el diseño de los espacios públicos tiene un doble desafío; además de sostener la vida cívica y ser los puntos focales de reunión de las comunidades, hoy tienen el deber de ser concebidos como lugares seguros y con los menores riesgos posibles, de manera de preservar la seguridad e integridad de los usuarios.

Este concepto de resguardo de la seguridad tiene que ver con otro concepto sobre el que hemos publicado varios artículos: la accesibilidad. Si bien hay una serie de medidas que tomar en función de los riesgos y la seguridad en los espacios públicos, es necesario generar iniciativas para que la calidad no actúe en desmedro de creatividad de estos espacios.

Hace unos días encontramos la organización CABE, quienes publicaron un manual de lecciones prácticas para mantener la calidad del diseño urbano, logrando a su vez espacios innovadores y estimulantes, acomodados a los riesgos que se pueden generar en los espacios públicos. A continuación les presentamos algunas claves de esta guía:

¿De qué se trata el riesgo en un contexto de espacio público?

Si bien el riesgo no puede ser definido objetivamente, se puede diferenciar de las amenazas, ya que éstas son algo que puede causar daño, mientras que los riesgos son las oportunidades de que esa amenaza ocurra, teniendo la posibilidad de que ese impacto no se produzca. El uso cuidadoso de las técnicas de gestión de riesgos puede ayudar a determinar el nivel de pensamiento y acción que se necesita, en relación con la posibilidad de que ocurra el riesgo y la magnitud de su impacto. En este sentido, se produce un rechazo al tratamiento de los riesgos, cuando todos ellos son vistos en el mismo grado de importancia. De esta manera se pierde la capacidad de discriminar entre los grados de riesgo, con los posibles que pueden ocurrir y la urgencia en su control.


¿Cómo entienden las personas los riesgos en los espacios públicos?

CABE realizó una búsqueda de los principales riesgos que ven los usuarios en los espacios públicos, clasificándolos en tres tipos:

– Riesgos para las personas: como por ejemplo el crimen, los accidentes causados por los vehículos motorizados u otros accidentes que pueden causar daño físico a las personas.

– Riesgos a la propiedad: donde entra el vandalismo, el graffiti, robo de vehículos, robos a las casas, etc.

– Riegos para la calidad de vida: pérdida de la cohesión comunitaria, exclusión social, reducción de la calidad del medio ambiente, contaminación, congestión vehicular, conductas antisociales, etc.


¿Cómo pueden los diseñadores gestionar el riesgo?

Las partes involucradas argumentan que la gestión de los riesgos es uno de los importantes esfuerzos profesionales que deben hacer los encargados de diseñar los espacios públicos. A estos se le suma un cambio que se produce en la actualidad sobre nuevas formas de participación en la creación de estos espacios, de manera que los diseñadores pueden verse apoyados por los conocimientos y experiencia de los propios habitantes del lugar. De esta forma, no sólo se van a considerar los riesgos que son presentados por los principales involucrados, sino que además se genera un juicio crítico respecto a cuáles son más importantes a la hora de tomar las decisiones de diseño. A esto se le suma el necesario complemento de la multidisciplinariedad, que provee de los conocimientos profesionales, con distintas propuestas y distintos complementos.

Si bien la consideración del riesgo en el diseño urbano tiene mucho camino aún por delante, este tipo de prácticas pueden favorecer el diálogo entre los diseñadores, las comunidades involucradas y los actores que se hacen presentes en cada una de estas construcciones. Es importante considerar el diseño junto a la componente de la innovación, y la no autolimitación a la hora de construir estos espacios.

Para más información, les dejamos acá el link con el contenido completo de la guía.