Cortes de agua potable en Atacama afectan a diario a cinco mil familias

Baja en pozos de captación obligaron a sanitaria a reducir presión entre las 23:00 y las 5:00 horas. En Paipote ya hay cortes todo el día.

(El Mercurio – 14/09/11)
Por Rodrigo Álvarez

Ni siquiera los inusuales 40 mm de lluvia que este invierno cayeron en algunas zonas de la Región de Atacama lograron frenar la sequía que afecta a la zona, y que se agravó en las últimas semanas. Las napas subterráneas que proveen de agua potable a Copiapó, Caldera y Chañaral se secaron, y los cortes de suministro afectan todas las noches a unas 5 mil familias, según cálculos de la sanitaria local, Aguas Chañar.

En Paipote, esta semana incluso se vieron afectados con cortes de día. “Desde el lunes ya no tenemos agua. Antes la cortaban por la noche, pero ahora el problema es permanente y sólo recibimos agua en camiones aljibe”, dice Raúl Estay, presidente de los vecinos de Villa La Estación II.

La sanitaria se vio obligada a iniciar un plan de racionamiento y baja a diario la presión del agua en las cañerías entre las 23:30 y las 5:00 horas, lo que impide que ésta llegue a zonas altas.

En paralelo, inició un plan urgente para realizar nuevos pozos de extracción en Piedra Colgada, 20 km al oeste de Copiapó, para proveer de agua a la zona antes del 15 de septiembre, plazo impuesto por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).

“Esa es la fecha tope para que la empresa ponga en funcionamiento una planta elevadora que elimine las dificultades de baja presión o de cortes. Si el 15 no cumple con lo acordado, sin perjuicio de las sanciones que podrían ser aplicadas, sería un factor a considerar para una futura caducidad de la concesión”, advierte la intendenta de Atacama, Ximena Matas.

Según la SISS, los pozos de extracción en la cuenca del río Copiapó bajaban en promedio 8,6 m anuales el año 2008, y sólo en tres meses de este año su nivel bajó en 20 m. Esto impactó la producción de agua potable, que cayó de 823 lt/s el 2009 a sólo 507 lt/s en julio de este año. La situación se podría agravar en verano, cuando la demanda llega a 760 lt/s.

Como medida de largo plazo, Aguas Chañar pidió al gobierno regional trasladar sus pozos de extracción a zonas con mayor disponibilidad del recurso. “La disminución del agua es permanente, aunque llueva. Sigue bajando de forma sostenida y por eso le planteamos a la autoridad renovar esos pozos”, dice Diego Barros, gerente general de la empresa.

El problema de esta solución es que trasladar las extracciones implicaría comprar nuevos derechos de agua, costo que podría traspasarse a los clientes. “En el ‘sector 3’ se vende el lt/s a US$ 80 mil a mineras. Si compramos 1.000 lt/s, deberíamos pagar US$ 80 millones, más de lo que cuesta toda nuestra compañía”, afirma Barros. Por ello, pide un trato especial al gobierno para abordar la emergencia.