Santiaguinos hacen más deporte por gimnasios públicos y aumento de maratones

La importación de máquinas de ejercicio para plazas y parques y las corridas auspiciadas se han masificado en los últimos cinco años.

por Bernardita Alvarez
(La Tercera – 13/06/2011)

Son las 9.30 de un sábado de junio y por la rotonda Lo Curro ya trotan cerca de 40 vecinos. Jorge Gigena, coordinador de la agrupación Full Runners, da la partida del circuito que se hace cada sábado en ese sector de Vitacura, en el que los aficionados aprovechan de preparar la próxima corrida santiaguina. Cada uno puede elegir entre correr 8, 15 y 22 kilómetros por Escrivá de Balaguer hasta Américo Vespucio Norte, y de regreso.

Según las observaciones hechas por el sitio corre.cl y Milo, el número de maratones y carreras en Santiago aumentó un 42% entre 2008 y 2010. Fue después de la primera versión del Maratón de Santiago, realizado en 2007, cuando la disciplina se empezó a popularizar.

Los urbanistas coinciden en que los últimos cinco años los santiaguinos vienen eligiendo las calles de su ciudad para practicar deportes. El director del Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez, Luis Valenzuela, sostiene que durante ese período el espacio público dejó de ser valorado sólo por lo estético y empezó a adquirir relevancia por lo que podían hacer las personas en éste. “Entonces, hubo un cambio por parte de los nuevos urbanistas que asesoran a las municipalidades para mirar la ciudad”, explica.

En la misma línea, el arquitecto de la UC Javier del Río asegura que Santiago, como el resto de las capitales mundiales, está invirtiendo en mejorar la calidad de vida a través del ejercicio. “En la clase media y alta, ya están cubiertas las necesidades básicas; ahora están preocupados por la calidad de vida”, dice el arquitecto Javier del Río, quien señala, además, que los municipios con más recursos se están haciendo eco de esta tendencia y mejorando el equipamiento público para incentivar la vida sana.

Y no sólo de maratones viven los santiaguinos. El entusiasmo por salir a hacer deporte se ha trasladado a distintos espacios públicos y cada vez se hace más común ver ciudadanos ocupando gimnasios al aire libre y haciendo ejercicio en grupo guiados por un entrenador y practicando disciplinas como el slackline (una especie de cuerda floja sobre la que se hacen piruetas y hasta yoga). Eso, además del trekking y el pedaleo.

Los dueños de la empresa de mantención de parques Siglo Verde viajaron a Europa hace cuatro años a estudiar la tendencia a usar espacios públicos como verdaderos gimnasios. “Vimos que la actividad física al aire libre es parte de la vida cotidiana”, comenta el gerente general, Carlos Jara. A su regreso, volvieron con la idea de implementar máquinas de ejercicio para plazas y parques.

Demanda ciudadana

Los propios santiaguinos están más conscientes de que deben mejorar su calidad de vida. Así lo evidenció la primera Encuesta de Percepción de Calidad de Vida Urbana, realizada en 2007 por el Ministerio de Vivienda. Los resultados mostraron que los habitantes de la capital v aloran más los espacios públicos que están cerca de sus casas para hacer deporte, más que los grandes parques, pero que se ubican lejanos a sus barrios.

Por lo mismo, las municipalidades están respondiendo a esta demanda de sus vecinos. Por ejemplo, Lo Barnechea consultó el año pasado a sus juntas de vecinos sobre qué proyectos deportivos les interesaba que se implementaran. Gracias a eso, este año se construirán dos nuevos gimnasios al aire libre. Uno en el Parque Estero Las Hualtatas, sector de Los Trapenses, con 21 máquinas de ejercicios. El otro funcionará en el Parque Padre Alfredo Arteaga, en el pueblo de Lo Barnechea.

En Vitacura, el hito más relevante de los últimos años es el Parque Bicentenario. Con más de 15.000 visitas mensuales, en esta gran área verde se practica el trote y uno que otro improvisado partido de fútbol. “Desde su origen los parques han estado unidos con la salud y la higiene”, afirma su creador, Teodoro Fernández.