Publicación de la semana: “The City Assembled”

The City Assembled. The elements of urban form through history

Autor: Spiro Kostof
Editorial: Thames and Hudson
Idioma: inglés
ISBN: 0-500-28172-6
Año: 1992

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Sobre el libro: Como segundo volumen, complementario de The City Shaped, este libro completa la labor: si la primera exploración tenía que ver con la forma en que la ciudad nace y se modifica, la espontaneidad o planificación implicadas en el proceso, este segundo volumen se preocupa de examinar los elementos comunes que hay en toda configuración urbana, independiente de su distribución originaria. Toda ciudad ha de tener un límite urbano, y en su interior un sistema determinado por otros tipos de espacios funcionales: espacios públicos y privados, a grandes rasgos, que en el detalle se dividen entre los parques, las calles, los lugares de trabajo, los servicios, el hogar.

Estos espacios se vuelven importantes en cuanto forman parte de la vida cotidiana de cada persona en la ciudad. Y según el autor, quien cita una definición renacentista del cómo debiese ser una ciudad, la grandeza de ella se encuentra en la actividad humana que la construye día a día.

Índice:

  • Introduction
  • The city edge
  • Urban divisions
  • Public places
  • The street
  • Urban process
  • Notes
  • Bibliography
  • Acknowledgments for Illustrations
  • Index

Extracto: (The city edge) “La delimitación de una ciudad puede preceder el asentamiento, o seguirlo. Esto, por supuesto, depende de si la ciudad es creada, como una plantación nueva, o si es esculpida de asentamientos previos. Esto último puede lograrse a través de alguna forma de sinecismo, o por incorporación, esto es, la denominación oficial de un asentamiento rural o un suburbio como una unidad administrativa independiente.

Tanto si la frontera de la ciudad ha sido establecida previo al asentamiento o después, fue, en el pasado al menos, una instancia solemne. Hay rituales de fundación en casi todas las culturas. Arar surcos en el lugar en que estará el límite de la ciudad, después de un ritual de exploración del territorio, figura en las tradiciones indias y etruscas.

El Manasara instruye al arquitecto a cargo del proceso de delimitación a “pensar en los bueyes como en el sol y la luna, en el arado como el dios jabalí (Vishnu) y en el constructor como Brahma.”

[…]

Los límites de la ciudad no se modifican a la ligera, pero no suelen ser congelados a perpetuidad. Tienen que ajustarse a cómo el asentamiento crece o se reduce a través del tiempo. Incluso así no hay redefinición real, y la frontera con el tiempo puede perder parte de su significado.”