Cuatro Nuevos Penales Contempla Plan Cárceles del Gobierno

Inversión total de la iniciativa alcanza los US$410 millones.

(Estrategia – 15/04/2011)

Como “un salto histórico en lo que se refiere a la capacidad carcelaria” calificó el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, la entrega del plan del Gobierno que contempla como obra principal la construcción de cuatro nuevos penales, segmentados de acuerdo a la peligrosidad de los reos.

La iniciativa permitirá ampliar las plazas disponibles de 35 mil en la actualidad, a 46 mil plazas al final de la actual Administración. Esto se traduce en un crecimiento del 30% en la capacidad carcelaria en dicho período, lo que reducirá la tasa de sobrepoblación desde el 60% actual a un 15% en el mismo plazo.

El costo total del plan cárceles asciende a US$410 millones, de los cuales US$320 millones se utilizarán en la construcción de los cuatro penales anunciados; US$40 millones se ocuparán en remodelaciones y ampliaciones de otras penitenciarías existentes, en tanto, los US$50 millones restantes ya se invirtieron en la construcción de la cárcel de Antofagasta.

El Presidente Piñera señaló que estas mejoras “son una muestra de inteligencia y eficacia para avanzar en hacer retroceder a la delincuencia y al narcotráfico”.

Los nuevos recintos estarán emplazados en la zona central del país, comprendida entre Valparaíso y Maule. Uno de los penales se ubicará en un terreno comprado por el anterior gobierno en Panguilemu. El resto está en etapa de análisis técnico y debería definirse en las primeras semanas de mayo.

Sólo se concesionará la operación de ciertos servicios, y se estudiarán los trabajos de un penal que puedan asumir los internos, como tareas de lavandería, cocina, entre otras, con el objetivo de ayudarlos en su rehabilitación.

Las Cárceles

Los cuatro penales se dividirán en:

• Dos penales para reos de baja peligrosidad, con capacidad de 2.400 presos cada uno. Enfasis en rehabilitación para que el 100% de los internos trabaje.

• Una cárcel para reos de alta peligrosidad, con capacidad para 2.000 internos.

• Una cárcel que operará como centro de clasificación, al que serán enviados los presos nuevos y serán monitoreados durante 30 días para definir patrones conductuales, niveles de peligrosidad, entre otros, que determinarán su derivación al penal definitivo.