Ruta patrimonial transformará el casco histórico en museo al aire libre

Se trata de un circuito que conecta 23 monumentos históricos y 11 inmuebles de conservación.

por Darío Zambra
(La Tercera – 25/02/2011)

Un señor de alrededor de 70 años pasea por la Plaza de Armas de la capital. De pronto, fija su atención en una línea de placas redondas adosadas al suelo, en especial en una más grande, que tiene una flecha grabada en su interior. Esta le indica que frente a sus ojos está la Catedral de Santiago.

Lo que actualmente se puede ver en ese sector, es un conjunto de medallas metálicas de 12 centímetros de diámetro, que cumplen la función de demarcar la nueva ruta turística que está por inaugurarse en el casco histórico de la capital. Se llama Santiago Patrimonial, un circuito que parte frente al edificio de la Municipalidad de Santiago y desemboca en el Portal Bulnes, en calle Phillips.

Con esta iniciativa, la alcaldía busca convertir el centro de la ciudad en una especie de museo al aire libre, abierto todos los días y destinado a difundir el legado arquitectónico de la urbe.

La instalación de las placas que conforman una especie de camino “punteado” de 2,7 kilómetros, comenzó en enero de este año y quedará listo a fines de marzo. Esta es la primera etapa de dos más que el Sernatur y la Municipalidad de Santiago pondrán en marcha para potenciar el turismo en el centro de la capital.

Las medallas están separadas por 80 centímetros una de otra e intercaladas con otras placas más grandes que alcanzan los 30 centímetros y que tienen grabada una flecha en su interior, para indicar aquellos edificios que ameritan una detención en el recorrido.

En total son 34 paradas: 23 frente a monumentos históricos, entre los que se cuentan el edificio de Correos, el ex Congreso Nacional, el Teatro Municipal, la Iglesia de las Agustinas y la Casa Montt; los 11 restantes corresponden a inmuebles de conservación que incluyen el Banco Central, el Hotel Crillón, la Iglesia y el Convento de La Merced, y el Portal Fernández Concha, entre otros.

Desde la primera a la última parada, el recorrido demora entre tres y cuatro horas. “Santiago tiene cerca del 40% de los monumentos históricos del país, más de 20 museos y 17 zonas típicas de conservación histórica. La idea es que con esta ruta, las personas puedan conocer nuestro patrimonio arquitectónico a través de un circuito que tiene un discurso hilado y que, por lo mismo, no necesita guía”, asegura María Paz Troncoso, directora del Servicio de Planificación Comunal.

Troncoso explica, además, que en el futuro la idea es ampliar el circuito a través de la incorporación de otros cinco monumentos nacionales: la Casa Central de la Universidad de Chile, la Iglesia San Francisco, la Biblioteca Nacional, el Museo de Bellas Artes y el Mercado Municipal. “Sin embargo, para eso aún no hay fecha definida”, precisa.

Placas y tótems

La segunda parte contempla la instalación de placas en las fachadas de los edificios patrimoniales, las que tendrán información sobre su uso, arquitecto que lo construyó y aspectos relevantes de su historia.

La etapa final considera la construcción de tótems (placas de 2,5 metros de altura) en algunos lugares del circuito, como la Plaza de Armas, el Mercado Central y la Plaza de la Constitución. ¿Su función? Introducir información sobre los tiempos y la ubicación exacta del visitante.

La primera etapa tuvo un costo de $ 122 millones, de los cuales $ 92 millones fueron financiados por el Sernatur y los $ 30 millones restantes con fondos municipales. Las dos restantes requieren una inversión de $ 58 millones y sus recursos se están negociando con el Gobierno Regional Metropolitano.