[Actualización] Alerta ambiental: proyecto minero a carbón amenaza la Isla Riesco

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Actualización: Ayer cerca de las 18.00 horas la Comisión de Evaluación Ambiental de Magallanes aprobó por unanimidad la operación de la primera de las cinco minas que contempla explotar la Minera Isla Riesco, en la comuna de Río Verde. La intendenta de Magallanes, Liliana Kusanovic, señaló que el proyecto se aprobó porque cumple cabalmente con las normas medioambientales y no existe una amenaza para las especies de la zona, ya que, por ejemplo, los huemules que están en Isla Riesco se encuentran a 30 kilómetros del proyecto. Por otro lado Gregor Stipicic, representante del Frente Ecológico Actual, señaló que interpondrán un recurso de reclamación al Ministerio del Medio Ambiente, que deberá ser entregado al Consejo de Ministros. Mientras que al mismo tiempo establecerán una demanda civil en contra del estudio medioambiental presentado por la minera.

Me parece insólito que hace un par de meses se haya rechazado la central termoeléctrica de Barrancones y ayer se haya aprobado por unanimidad el proyecto a carbón en la patagonia, en un sector con un parque marino y una reserva nacional.

Me parece irresponsable de parte de las autoridades la poca urgencia que le entregan al debate de la matriz energética, que provoca que este tipo de planes se sigan aprobando. Considero una burla decir que el “el proyecto cumple cabalmente con la legislación ambiental”, cuando sabemos que casi todos estos proyectos siempre fueron aprobados por la Corema. Si no recordemos el mítico caso de Celulosa Arauco en Valdivia, que no tuvo ninguna traba medioambiental para instalarse cerca del Santuario de la Naturaleza “Carlos Anwanter” y destruir un ecosistema. Sólo después de causados los daños vinieron los grandes estudios y juicios.

Que ahora exista esta nueva institucionalidad sobre el tema, llamada Comisión de Evaluación Ambiental (en este caso de Magallanes) en reemplazo de las Corema (Comisión Regional del Medio Ambiente) me parece prácticamente sólo un cambio de nombre.  Al menos la de Magallanes ya debutó mal.

Decir que “no existe una amenaza para las especies de la zona porque se están a 30 kilómetros del proyecto”, me parece por lo bajo ignorante, en realidad, lo encuentro una falta de respeto. Al parece la intendenta no conoce los efectos que ha causado la termoeléctrica Guacolda en Huasco, por nombrar sólo un ejemplo. Los conozca o no, no puede asumir que el resto de la ciudadanía no los conocemos, asegurando tal afirmación.

Por último, aunque el proyecto no amenace a los huemules, pingüinos, delfines y especies vegetales de la isla donde se pretende desarrollar las cinco minas, no es posible que se siga generando energía a carbón en nuestro país. El presidente lo señaló en sus promesas de campaña, “Yo me voy a oponer a todas las plantas termoeléctricas que atenten gravemente contra la naturaleza, las comunidades y la calidad de vida”. En el caso de confiar en la autoridad regional del medio ambiente, recordemos que aseguran que cumple con la normativa medioambiental, sigue siendo una locura como dijo el propio Sebastián Piñera, “lo que estamos haciendo es una locura, hemos en los últimos 10 años, básicamente crecido nuestra fuente de energía a carbón” (puede escuchar el audio completo de la entrevista aquí).

Quiero agregar que, si bien, la responsabilidad concreta es de las autoridades y de los gobiernos de turno, lamentablemente podemos señalar que la energía a carbón se ha desarrollado en Chile desde la década del 30 (vea aquí un cuadro resumen con todas las termoeléctricas en nuestro país) también hay cierta responsabilidad en nosotros. Una ciudadanía activa que proteja su entorno y su medio ambiente, como la que ejerció fuertes medidas de presión en el caso Barrancones, no puede permitir que se siga produciendo energía de la manera más contaminante que existe. No puede permitir que los habitantes de ciudades de su propio país mueran de enfermedades respiratorias y partículas cancerígenas producidas por estos proyectos energéticos. Es verdad, hay que producir energía de alguna manera, lamentablemente casi todas contaminan de una u otra forma, pero ya está penosamente demostrado que las termoeléctricas causan daños muchas veces mortales.

Ojalá que los mismos activistas que se “camisetearon” por Punta de Choros, puedan presionar a las autoridades respectivas para reconsiderar el caso Isla Riesco. Al menos no todo está perdido, ayer, luego de la votación, el representante del Frente Ecológico Austral, Gregor Stipicic, señaló que la primera medida será interponer un recurso de reclamación al Ministerio de Medioambiente, que a su vez debe entregarlo al Consejo de Ministros. Serán ellos quienes evaluarán si el plan de la Minera Isla Riesco puede serguir o no. Al mismo tiempo Stipicic señaló que establecerán una demanda civil en contra del estudio presentado por la minera. Y es de esperar que los ciudadanos mostremos públicamente nuestros rechazo. Mientras, Copec subió sus acciones inmediatamente después de la aprobación de su proyecto minero en la patagonia.

La siguiente parte de este post fue publicada el 27 de enero a las 16:00.

¿Sabes dónde queda la Reserva Nacional Alacalufes? ¿Te imaginas dónde está el Parque Marino Francisco Coloane? En Isla Riesco y sus costas.

Hoy, Isla Riesco, a pesar de su categoría de reserva nacional se encuentra amenazada por un proyecto minero a carbón de la Minera Isla Riesco, propiedad de Copec y Ultramar. El plan contempla la explotación del carbón mediante cinco minas a rajo abierto que se ubicarían en la isla, arrasando con lengas y coigües y exterminando poco a poco la población de huemules, pájaros carpinteros, pingüinos, delfines y un centenar de especies protegidas por ley.

En menos de seis meses estamos ante la misma situación que vivimos con el caso Barrancones en la Higuera, donde finalmente un fuerte movimiento ciudadano pudo detener la construcción de una termoeléctrica, con todo los perjuicios que ello implica, en Punta de Choros.

Esta situación me parece francamente indigna y humillante. Que los habitantes de ese sector, las personas preocupadas por proteger la biodiversidad y especies en extinción, y la gente consciente del cambio real que necesita la matriz energética chilena debamos ejercer medidas de presión, mediantes movilizaciones ciudadanas y acciones virales en internet me parece, por decir lo menos, triste.

O sea, lo considero admirable desde el punto de vista de los logros de los movimientos ciudadanos, pero me parece indigno andarle rogando a las instituciones que respeten las especies o sectores protegidas por ley. Una vez más me pregunto ¿Cuál es el objetivo de declarar sectores como parque nacional o reservas de biodiversidad? Si tiempo después se pueden destruir, porque las instituciones encargadas de entregar los premisos aseguran que estos proyectos no presentan determinadas.

No quiero ser reiterativa, porque me surgen exactamente las mismas interrogantes y conclusiones que ya expuse en el post de Punta de Choros, pero quiero volver a hacer énfasis en que el debate aquí no radica en las aristas políticas sino en la discusión de la matriz energética y la regulación de la política ambiental de Chile.

Más información en http://islariesco.wordpress.com/