El incierto verano que espera a los vecinos de Cau Cau

El cerco levantado por un vecino de Horcón mantiene a casi 156 viviendas con el ingreso bloqueado. El municipio de Puchuncaví está tramitando la expropiación del terreno y acordar una entrada a través de otro condominio.

por Por Gabriela Sandoval
(La Tercera – 27/12/2010)

EL PASADO fin de semana, cerca de 30 familias llegaron hasta el condominio Cau Cau, en Horcón, cargaron sus autos con algunos enseres, cerraron la puerta y se fueron. Incrédulos, molestos, resignados. “Por correo notificamos a todos los propietarios que a contar del día 20 de este mes se prohibiría el acceso total a la comunidad, así que vinieron a sacar algunas cosas y dejar bien asegurado el departamento, porque no sabemos cuándo se va a solucionar”, cuenta Teresa Echeñique, la representante de los 156 vecinos que desde agosto no pueden entrar al lugar con regularidad.

Una valla de casi dos metros de alto cerca la única vía de ingreso disponible, no solo al condominio, sino también a la playa Cau Cau. Fue construida por Eduardo Romo, un antiguo vecino del sector, amparado en un fallo de la Corte Suprema que reconoció su propiedad sobre el camino, que hasta entonces se creyó era de uso público.

Desde entonces y hasta la semana pasada, la situación se había paliado con buena voluntad. Los residentes del condominio contiguo -la comunidad Castillo Velasco- habían autorizado a los vecinos a utilizar su acceso (desde ahí pueden llegar hasta el otro conjunto), pero de manera restringida: solo un ingreso diario y exclusivamente entre las 8.00 y las 20.00.

Pero el acuerdo se rompió. La comunidad aledaña se cansó del ajetreo de automóviles entrando y saliendo. “Son casi 30 familias, que se instalaron ahí porque querían vivir tranquilas y, sencillamente, no quieren tener más problemas, ni tener que hacerse cargo de la solución de esto. Solo nos autorizaron a cuatro familias que vivimos permanentemente acá a entrar, sin familia, sin amigos, solo nosotros. El resto no tiene acceso”, explica Echeñique.

Más del 90% de los departamentos afectados son de segunda vivienda. “Ahora la situación se ha vuelto dramática para nosotros, esta semana ha sido de mucha alteración y preocupación. La gente está desesperada preguntando, porque viene el Año Nuevo, que es una fecha en que llegan todos con sus familias, pero la realidad actual es que no podemos hacer nada”, explica Carlos Briso, presidente del comité de vecinos.

Pese al cierre, los vecinos han debido mantener el pago de gastos comunes, que bordea los $ 100 mil mensuales. Algunos adquirieron un departamento como inversión, para arrendarlo a turistas. Es el caso de André Grimblatt, quien cuenta que desde septiembre no ha regresado a Cau Cau. Allí tienen dos departamentos en un mismo piso, uno lo arriendan y, con ello, costean los gastos del segundo, que usan los fines de semana y vacaciones. “Es bastante terrible, porque estamos impedidos de arrendar y de ingresar nosotros, incluso a pie. También estamos pagando contribuciones por una propiedad sin acceso. Nosotros íbamos todos los fines de semana y buena parte del verano, ahora estamos solo a la espera de las gestiones de la municipalidad para que esto se arregle en forma definitiva”, explica Grimblatt.

Entre los afectados se suma el restaurante Caballito de Mar, que también quedó encerrado tras el bloqueo, y el restaurante Los Duendes, que ha visto reducida su clientela en un 50%. “Llevamos cuatro meses sin poder abrir, el restaurante es nuestro sustento, y si no podemos trabajar en el verano, que es la época fuerte, nuestro invierno va a ser realmente terrible”, dice Alvaro Abarca, dueño del primero.

Para otros propietarios, enfrentar el bloqueo en las fechas que se aproximan es la parte más difícil. “Es doloroso, no es algo que usemos solo en vacaciones, yo estoy semijubilado, así que vivía de jueves a lunes allá. Nos gustaría pasar como siempre el Año Nuevo allá, pero así como van las cosas, no podremos. Lo mismo pasa con la gente en Horcón, que tampoco puede ir a la playa”, dice Juan Carlos Boyhamberry.

Para zanjar el conflicto, el municipio de Puchuncaví expropiará el paño cercado. Sin embargo, el alcalde, Agustín Valencia, reconoce que terminará el verano antes que ello ocurra. Por ello, la próxima semana mediará una reunión entre los 156 propietarios y representantes del condominio contiguo, para que, mediante algún convenio, se le garantice el ingreso a cada familia durante la temporada. “Este no es un problema creado por el municipio, este problema se creó cuando la comunidad Castillo Velasco, hace casi dos décadas, reemplazó un antiguo camino y eso solo se le informó al municipio. No fuimos parte de ese acuerdo, que se adoptó entre otras autoridades. De todos modos, hemos asumido la responsabilidad de resolver el problema”, dice Valencia.

Los plazos de la expropiación

En los próximos días se conocerá el resultado de la pericia de tasación solicitada por el municipio de Puchuncaví, trámite que permitirá conocer el valor del paño de casi 2.500 m2 que está en conflicto y emitir, a partir de esa cifra, el decreto de expropiación que zanjará de manera definitiva el problema de residentes y vecinos y que habilitará, además, un acceso permanente a la playa.

Tras la notificación del decreto a los ocupantes del terreno, se abre un plazo de 30 días en los cuales los afectados -en este caso, Eduardo Romo- pueden apelar en primera y segunda instancia, lo cual podría dilatar el proceso hasta mediados del próximo año. “Romo va a apelar, porque tiene derechos jurídicos. Hay que tener claro que para el verano no va a haber acceso a la playa, salvo que Romo no ponga ninguna piedra en el camino”, dice el alcalde de Puchuncaví, Agustín Valencia. El edil, además, aclaró que en los inicios del conflicto, Romo ofreció vender el paño al condominio, pero sus residentes se negaron.