Remodelación de barrio Patronato incluirá biblioteca y ferias temáticas

La oficina de arquitectos Lipthay, Morandé y Browne será la encargada de modernizar el sector.

por Angela Neira
(La Tercera – 22/10/2010)

Es conocido por ser uno de los barrios más tradicionales y pintorescos de la capital. Sus múltiples locales comerciales y variedad de productos han hecho que a diario más de 30 mil personas lo visiten. Ello también ha llevado a que el sector sufra un notable deterioro en sus veredas, calles, plazas y fachadas.

Desde hace algunos meses, el municipio de Recoleta, en conjunto con la Cámara de Comercio, lanzaron el concurso para desarrollar el plan maestro del sector, el que estará a cargo de la oficina de arquitectos Lipthay, Morandé y Browne, quienes deberán modernizar y enriquecer el popular barrio.

Antonio Lipthay, arquitecto a cargo del proyecto, dice que el objetivo es darle mayor valor al territorio, potenciándolo como un sector de relevancia metropolitana, con el mejoramiento de espacios públicos seguros, atractivos y de calidad. Entre los cambios propuestos, se encuentra una intervención para mejorar calles, veredas, el reordenamiento de los estacionamientos de superficie y la definición de áreas potenciales para la creación de estacionamientos subterráneos.

Además, se incorporarán vínculos con sectores aledaños, como el centro de Santiago y los barrios Lastarria y Bellavista. A ello se suma la posibilidad de generar ferias temáticas, similares a la Feria de las Flores de Londres, donde expositores muestran sus coloridos productos.

No es lo único. El plan maestro propone “lugares para la imaginación”, a través de la edificación de bibliotecas municipales, una sala de ensayo de música y un espacio “con conexión a internet y salas de reuniones donde pequeñas empresas puedan desarrollarse”, explica Lipthay.

Para potenciar el patrimonio y el ordenamiento de la infraestructura, el plan establece la posibilidad de crear señalética pública en tres idiomas, y pantallas en las esquinas que entreguen información instantánea sobre ventas especiales o noticias de los locales.

“Queremos suplir aquellos momentos en que no hay actividad. En invierno, después de las 20 horas no pasa nada, y eso genera inseguridad. Eso es lo que queremos revertir”, dice Lipthay.

Pese a que la mayoría de los locatarios está conforme, hay otros que temen el cierre. Julia Venegas, dirigenta de los quioscos, dice que “queremos que venga más gente, pero que no nos saquen”. Ahora, el plan deberá pasar por una etapa de participación ciudadana, que se extenderá por 60 días, donde los vecinos y locatarios definirán cómo se modificará el barrio. “La idea es buscar el equilibrio y ver cómo potenciamos más el barrio”, dice la alcaldesa, Sol Letelier.