Proyecto Integral Barrio Mapocho: El cambio de cara a La Chimba

Hace algunos días se firmó un convenio de cooperación entre las municipalidades de Santiago, Recoleta e Independencia para realizar un plan de regeneración urbana en el Barrio Mapocho. Si bien la iniciativa viene desde el 2005, cuando se inició una estrategia de seguridad ciudadana que incluía la repavimentación y la instalación de cámaras y luminarias, hoy se han sumado nuevos actores y se han ampliado tanto los puntos de intervención como el presupuesto. El “Proyecto Integral Barrio Mapocho” busca revertir la tendencia al deterioro conservando el patrimonio y revitalizando una de las zonas más ricas y antiguas de la ciudad de Santiago.

El Barrio Mapocho o La Chimba –como es ampliamente conocido el sector- posee un valor patrimonial inigualable. Sus calles y rincones forman parte de los grandes hitos urbanos que se pueden encontrar dentro de la ciudad. El Cementerio General, la Estación Mapocho, el Cerro Blanco y la Vega Central, entre otros, instituyen al sector de una estética e imaginarios difícilmente replicados en otros espacios.

Bajo esta premisa, estos municipios decidieron unir fuerzas y firmar un Convenio de Asociación de Municipalidades para la Regeneración del Barrio Mapocho La Chimba. La estrategia viene a reconocer el potencial que tiene la zona y tiene un costo estimado de 100 mil millones de pesos. En términos generales, la zona comprendida forma una especie de triángulo, que va desde la calle San Pablo, pasando por Independencia, La Paz y Recoleta, dependiendo de la avenida que se tome, y termina en el Cementerio General y el Cerro Blanco.

En su primera etapa, se diseñará un Plan Maestro a cargo de Îlle-de-France (Municipalidad de París), entidad que participará en el marco de un acuerdo de cooperación e inyectará recursos cercanos a los 120 mil euros.

En conjunto con los municipios y el Gobierno Regional, las autoridades francesas definirán las características de los proyectos, entre los cuales estarán incorporadas 15 áreas de intervención que incluirán el mejoramiento de las condiciones espaciales, el diseño de inversiones sostenibles en el tiempo, el reconocimiento del patrimonio, la creación de áreas de conservación y la evaluación del impacto vial.

Aunque no existe certeza respecto a los proyectos, durante los próximos diez años se concebiría el arreglo de las veredas y las calzadas de La Vega, la remodelación de la Plaza Venezuela, frente al Mercado Central, y la recuperación del Paseo Puente. De igual forma, se considera la renovación de la Pérgola San Francisco, el reacondicionamiento del Cerro Blanco como un gran parque y la construcción de un bulevar en Av. La Paz que se transformaría en el eje central del proyecto.

Pese a que las intenciones se dirigen hacia un mismo horizonte, los especialistas aseguran que pueden existir grandes dificultades ante la cantidad de asociaciones públicas que existen. La participación del Gobierno Regional, los municipios, el MOP, el SERNATUR y el Ministerio de Transportes puede terminar por causar conflictos ante la diversidad de intereses y énfasis que se ponen en juego. De allí la importancia del Plan Maestro respecto a establecer y potenciar una visión integral que permita concertar a los distintos actores en objetivos compartidos.

Igualmente, se hace imprescindible la participación ciudadana tanto en la formulación como en la implementación del plan de regeneración. La experiencia demuestra lo fundamental de integrar y empoderar a la comunidad en estos procesos de cambio, de modo que se consoliden las características particulares del barrio y se le dé sustentabilidad a la renovación. Sólo así se lograría quebrar el estigma y la marginalidad que tiene la zona norte del río Mapocho.

Vista Cerro Blanco desde el Cerro San Cristóbal