Vecinos demandan plan de reconstrucción del Barrio Yungay

Habitantes inician restauración a la espera de pronunciamiento del Comité Técnico Patrimonial.

BERNARDITA ÁLVAREZ
(El Mercurio – 04/10/2010)

El título de zona típica del Barrio Yungay, en la comuna de Santiago, no ha servido hasta ahora para que este sector resurja del deterioro en que se encuentra tras el terremoto del 27 de febrero.

Según el catastro elaborado por el municipio y la agrupación Vecinos en Defensa del Barrio Yungay, dentro de esta área patrimonial hay cerca de 200 inmuebles dañados y 91 de ellos en estado grave.

Incluso antes de la catástrofe, un Comité Técnico Patrimonial fue conformado a petición de los vecinos junto a autoridades municipales, del Colegio de Arquitectos, MOP y Ministerio de Vivienda. Y tras el sismo esta mesa retomó su trabajo para evaluar, catastrar y ayudar a las viviendas afectadas e impedir su demolición.

Sin embargo, los vecinos se quejan de no llegar a un acuerdo con el Comité para un plan de reconstrucción que contemple una restauración integral del barrio con 171 años de vida.

“Hay mucha molestia. Estábamos esperando que terminara esta fase de negociación en la mesa, y ahora tenemos que evaluar con los vecinos qué haremos para tener los recursos. Necesitamos un plan de gestión de la zona típica integral, para recuperar no sólo hermosas casonas de adobe, sino también el tejido social que alberga en ellas”, afirma la dirigente vecinal, Rosario Carvajal.

Manos en el barro

Pero los vecinos no se han cruzado de brazos durante estos siete meses posterremoto. Se organizaron, y en la Escuela Taller de Artes y Oficios ubicada en el MAC de Quinta Normal consiguieron que se abrieran cursos de capacitación en técnicas tradicionales de construcción, carpintería, yesería, electricidad, gasfitería y energía sustentable para restaurar sus casas.

En la mañana del pasado sábado, una veintena de vecinos de distintas edades y profesiones metieron las manos en el barro en su primera clase sobre la técnica del adobe que imparte el maestro cochabambino Casimiro Sejas, reconocido por la Unesco como “Artífice del Patrimonio Cultural Viviente de la Humanidad” por su conocimiento en la restauración de inmuebles históricos.

“Estoy acá para ayudar a los vecinos que les pasó algo y necesiten mano de obra. Y la única forma de ayudarlos es venir a los talleres a aprender las técnicas de restauración”, dice el vecino Cristián Ortiz, mientras observa cómo desmoldan una pieza de adobe.

Pero dentro de los habitantes que fueron afectados por el sismo hay muchos inmigrantes que subarriendan o adultos mayores que no tienen los recursos para costear ellos mismos la restauración de sus viviendas. Como Teresa Calderón, quien vive con su hija y nieta pequeña en una casa a la que se le inclinó la fachada y se destrozó una muralla interior.

“Todavía no empezamos a arreglar la casa porque en la municipalidad nos dijeron que iba a costar más de 4 millones de pesos”, afirma la mujer.

Habitantes se organizan y capacitan para reconstruir

Rosario Carvajal

Dirigenta

“Estamos cometiendo los mismos errores del terremoto del 85, y por eso es que la Escuela Taller es tan importante para aprender”.

Cristián Ortiz

Vecino

“Estoy por ayudar a los vecinos que les pasó algo y necesiten mano de obra. Y la única forma es venir a los talleres”.

Carola Pérez

Vecina

“Mi motivación es querer recuperar oficios que se están perdiendo y son parte de nuestra cultura, y también rehabilitar mi cité”.