Municipio estudia alternativas para subir altura de edificación en Pedro de Valdivia Norte: Ante el impacto vehicular que ha generado el túnel del cerro San Cristóbal en ese sector residencial

(El Mercurio, 24/05/2010)

por Rodrigo Silva

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Equipo técnico de Providencia analiza opciones para presentarlas al concejo y a los vecinos. Se establecería una consulta ciudadana para definir los posibles cambios en el barrio.

El barrio Pedro de Valdivia Norte ya no es el mismo de antes. La apertura del túnel del cerro San Cristóbal cambió para siempre la tranquilidad de sus calles arboladas por vías donde circula un gran flujo de automóviles en las horas punta.

Ante ese nuevo escenario, el municipio de Providencia ha estudiado desde el año pasado los posibles cambios que aplicaría en el plan regulador para responder a las nuevas condiciones del barrio, que serán sometidos a la opinión del concejo municipal y de los vecinos.

Hasta ahora el equipo urbanístico municipal tiene en mente dos alternativas, que en ambos casos implicarían aumentar las alturas máximas de edificación en el sector oriente del barrio, el más próximo al acceso del túnel (Ver infografía).

El asesor urbanístico de Providencia Jaime Márquez explicó que una opción es crear las condiciones urbanísticas para que allí pueda desarrollarse un polo comercial y de oficinas con edificios tan altos como el sector conocido como “Sanhattan”, ubicado en la ribera sur del río Mapocho.

Alternativas

“Podría funcionar siempre y cuando no sean grandes alturas. En todo caso, no va a ser la que nosotros, como equipo técnico, vamos a recomendar al alcalde”, dijo Jaime Márquez, argumentando que el impacto de esa opción en el barrio sería demasiado grande.

La otra -agregó- es elevar el límite de edificación a un máximo de 7 pisos (hoy tiene entre 5 y 3 pisos) para que allí se instalen estudios y oficinas de profesionales ligados a la arquitectura, a la vivienda y al diseño, junto con comercio a escala vecinal.

“Pedro de Valdivia Norte es un barrio con una identidad propia, especial. Allí está la escuela de arquitectura de la Universidad Católica, y además viven muchos arquitectos y diseñadores. Entonces, se podría desarrollar más ese carácter con la segunda alternativa que estamos analizando”, explicó.

El equipo técnico del municipio debiera entregar las opciones a fines de año, para que sean evaluadas por el alcalde, por los concejales, y también por los vecinos, quienes participarían a través de una consulta ciudadana convocada por la municipalidad.

En esa instancia se expresarían las dos grandes posturas que existen en el barrio. La junta vecinal Nº 12, que se resiste a que se permitan mayores alturas en el sector, y la junta de vecinos Nº 12-A, que consiste en un grupo escindido de la primera y que está a favor del desarrollo inmobiliario.

Habría surgido después de que el túnel del San Cristóbal comenzó a operar y trajo consigo un mayor flujo vehicular en el sector, y serían los que en 2009 se acercaron al municipio para pedir que se revisaran las condiciones urbanísticas del barrio para evaluar posibles cambios al plan regulador.

Márquez, en tanto, afirmó que el hecho de que ahora se estén analizando cambios obedece al planteamiento de los vecinos y también al análisis propio del municipio sobre los efectos del túnel.

“En la consulta ciudadana de 2007, con motivo de la elaboración del actual plan regulador -dijo el arquitecto-, los vecinos de ese barrio rechazaron cualquier cambio. Ahora que el túnel está funcionando varios han cambiado su posición. Como equipo técnico estamos convencidos de que hay que hacer algo, que no puede seguir igual porque las condiciones ya no son las mismas, y en eso estamos trabajando”.