Entrevista a Pablo Allard: Asesor urbano de Sebastián Piñera

Sobre el último post de Sebas.
En verdad le dan ganas a uno de zamparle otro pulgar abajo, pero esa no es la razón de ser de estas columnas de opinión, so pena de terminar aquí con dos o tres comentarios y una gran tabla estadística para contabilizar la cantidad de pulgares negativos y positivos de cada uno.
Para la continuidad del debate (nuestra verdadera razón para escribir aquí), el hecho de que alguna vez un personaje mostró simpatía por algún lider o por algún sistema de gobierno, no puede mirarse como un ESTIGMA para toda la vida.
Yo mismo alguna vez estuve de acuerdo con algunos aspectos del gobierno de Pinochet, particularmente en cuestiones financieras. Por supuesto que con la persecución de poetas, folkloristas y cantautores JAMÁS estaré de acuerdo.

Volviendo al tema, la primera impresión que me llevo al escuchar la entrevista de Pablo es EL PLACER de constatar cómo en Chile todavía disponemos de personas inteligentes, que SIN SER ORADORES de profesión, se expresan con una claridad impecable y uno escucha con atención, entiende y SE MOTIVA a seguir debatiendo estos temas tan importantes.

Me entusiasma lo de la sostenibilidad, que se asume como un compromiso transversal.
Me estimula lo de la participación ciudadana a través de consultas y grupos de trabajo en cuestiones de desarrollo urbano.
Me satisface escuchar que ya no vamos a seguir manejando el desarrollo urbano con base en modificaciones reglamentarias, estilo que casi siempre favorece a un grupo privado, como es el caso de las modificaciones al Plan Regulador del Borde Costero en Valparaíso, modificaciones que se hicieron de manera indebida, con claque a bordo y volteadas de chaqueta (una vergüenza), que al fin sólo favorecen al Mamut Plaza para su negocio inmobiliario en un sector originalmente destinado a expansión portuaria.
Me complace escuchar que no seguiremos perdiendo espacios de convivencia ciudadana en los entornos urbanos, ya que las personas adineradas pueden ir a Portillo o al Tigre Club para convivir con otros adinerados, mientras que el ciudadano común y corriente dispone cada vez de menos espacios para la convivencia social de sus familias.

En resumen: una política urbana bien pensada, con la cual nosotros, los ciudadanos, DEBEMOS COLABORAR.

Bien por Pablo, bien por el Presidente Piñera y bien por Plataforma Urbana, que nos brinda estos excelentes espacios de opinión.

Un saludo.