Cómo Copenhague cumplirá su meta de no producir emisiones de CO {-2} en 2025

(El Mercurio. 04/12/2009)

Los políticos especulan sobre metas de reducción de CO {-2} , los ecologistas ocupan los lugares públicos para protestar por lo que consideran una débil acción frente al tema, las delegaciones comienzan a repletar los hoteles, y hasta Paul McCartney habló ante el Parlamento Europeo contra el calentamiento global.

Pero más allá de la coyuntura, el municipio anfitrión, donde viven más de 500 mil personas, quiere pasar a la historia como el primero del mundo en transformar las emisiones de carbono en un recuerdo del pasado.

Para ello puso en marcha 50 iniciativas vinculadas con abastecimiento de energía, transporte, edificios, prácticas ciudadanas, desarrollo urbano y adaptación al clima futuro. En una primera etapa, la idea es reducir las actuales emisiones en 20% para 2015, hasta llegar a cero diez años después. El compromiso fue sometido a consulta y suscrito por todos los actores políticos de Copenhague en agosto.

La clave está en el desarrollo de un sistema integrado de energía que la almacene durante largo tiempo e independiente de las condiciones meteorológicas. Actualmente, el 75% de las emisiones de CO {-2} de la capital danesa proviene del abastecimiento energético, y equivale a unas 375 mil toneladas de CO {-2} . La reducción de esa cantidad se lograría principalmente mediante aerogeneradores.

Actualmente la ciudad está cubierta por el parque eólico Middelgrugen, que cuenta con una veintena de estos equipos. El nuevo proyecto contempla instalar 14 más en una zona todavía por definir. “Al principio hubo protestas porque la gente no quiere vivir junto a estos molinos gigantes, pero ahora el tema es más aceptado y hay un orgullo por esta industria”, dice Julie Svendsen, vocera del plan. Cuenta que, con el material de las obras de ampliación del metro (hay 2 líneas y una red de trenes urbanos), se construirán islas artificiales para ubicar las estructuras.

Tampoco descartan el uso de la energía geotérmica obtenida del subsuelo. Ya hay un proyecto experimental y esperan que para 2050 un sector importante de la ciudad se nutra sólo de esta fuente.

En materia de transporte, el programa apunta a potenciar el uso de la bicicleta, reducir la oferta de estacionamientos para autos y restringir calles a vehículos de dos ruedas o buses. También hay muchas esperanzas puestas en los autos eléctricos.

El uso eficiente de la energía es otra de las metas. A través de sistemas de aislación más eficientes en paredes y ventanas, desarrollados por empresas locales, el objetivo es reducir el uso de combustible en 40% en los hogares al 2015.

A nivel ciudadano, la municipalidad ha promovido ampliamente el tema. Laura Olsen se suscribió por internet a la iniciativa Climate Copenhagener, que aboga porque los vecinos adopten prácticas verdes voluntariamente. Ella ya no deja encendidos sus equipos electrónicos durante la noche, instaló sistemas eficientes de aislación en su vivienda y emplea la bicicleta activamente. “Individualmente podemos hacer algo. Si la cumbre fracasa, todos perderemos, pero el mundo no para el 18 de diciembre. Sólo porque unos rehúsen reducir sus emisiones, no significa que yo no seguiré haciendo algo de mi parte para conseguirlo”.

Desechos reutilizablesPara la basura existe todo un programa de tratamiento, reciclaje y reutilización. La de tipo orgánico se incinera y transforma en energía calórica, que alimenta la calefacción del 98% de los hogares de Copenhague. Sólo una pequeña parte -incluidas las pilas- va a un vertedero especial.