¡Urgente! Se buscan soluciones para evitar el colapso de las grandes capitales

(El Mercurio. 14/11/2009)

POR VALERIA SHAPIRA La Nación de Argentina/GDA NUEVA YORK

TokioEl alcalde Michael Bloomberg llega tarde al encuentro de líderes denominado “Smarter Cities” (Ciudades más inteligentes), organizado por IBM, la Universidad de Nueva York y otras instituciones interesadas en “explorar cómo las ciudades pueden volverse más amigables, sustentables e inteligentes”.

¿La razón de su atraso? La congestión vehicular. Es que en Estados Unidos, mientras el crecimiento de la población alcanzó el 20% entre 1982 y 2001, el tráfico se incrementó hasta llegar al 236% en el mismo período. Las ciudades nos devoran.

“En 2008, y por primera vez en la historia, la mayor parte de la población del planeta vivía en las ciudades (3,3 mil millones) y se calcula que en 2050 las grandes urbes albergarán al menos el 70% (6.400 millones) de la población mundial”, explica Sam Palmisano, CEO de IBM.

“Es necesario entender que las ciudades son los microcosmos con mayores posibilidades de cambio, en tanto pueden fomentar un planeta más sustentable y amigable en el transporte, el manejo del agua, la energía, la seguridad, los sistemas de salud y los servicios de gobierno”, agrega.

Sabemos cuánto importa la tecnología. Pero también que hay que bajar la temperatura del planeta o mejorar el tiempo que demoramos en llegar a la oficina. La pregunta es cómo hacerlo.

En Estocolmo, por ejemplo, un sistema inteligente de peaje ya logró reducir el 20% la congestión en el tránsito y el 12% las emisiones de dióxido de carbono. Y en Singapur un sistema predice con el 90% de certeza la velocidad a la que se desplaza el tráfico en la ciudad.

La clave parece estar en entender a la ciudad como un sistema de sistemas, que se conectan e interactúan de la misma forma como lo hacen los internautas.

Administración inteligente

Las estadísticas indican que, en 2025, los edificios de oficinas serán los mayores consumidores de energía. Sólo en EE.UU. hoy acaparan el 70% de la electricidad. Pero la otra cara de la moneda es que las construcciones sustentables e inteligentes ya son una realidad, lo que implica una reducción del consumo energético y de las emisiones contaminantes del 50%, el mismo porcentaje en que es posible reducir el uso de agua.

Pero la tecnología es apenas una parte de la historia. “La calidad de la gobernabilidad es un asunto clave”, dice Fareed Zakaria, editor de Newsweek, ante un auditorio colmado de líderes políticos, educacionales y económicos de todo el mundo.

En ese contexto, el jefe de Gabinete del Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, cree que “toda innovación tecnológica aumenta la transparencia de los flujos de información. Y la información es enemiga de la corrupción”.

Según Rodríguez, Buenos Aires ya está camino a mejorar y da algunos ejemplos: “La creación del Distrito Tecnológico en Parque Patricios, la gestión descentralizada de las 15 comunas, el Call Center Unificado (147), la movilidad sustentable (peatonalización más carriles exclusivos” y otras propuestas, junto con una administración “descentralizada, desburocratizada y despapelizada”.

Un período como el que vivimos, de discontinuidad y cambio, es “un período de oportunidades”, recuerda Palmisano. Y la mayoría coincide: no es tan caro tener ciudades inteligentes y sustentables. Sólo hay que entenderlas como sistemas de sistemas, porque no tiene sentido promocionar un show en un lugar público donde el transporte público no llega.

El principal escollo es impulsar nuevos hábitos en las prácticas culturales, lo que ciertamente no es una tarea fácil.

70%

de la población

mundial, unos 6,4 mil millones, vivirá en grandes ciudades en 2050.

¿Cómo salvar Santiago?”No dispongo de estimaciones al 2050, pero entiendo que de mantenerse las tasas históricas de su expansión, entre el 2015 y el 2020 algo más del 50% de los chilenos estará viviendo en la capital. Lo que habla de un país gravemente enfermo, incapaz de lograr un crecimiento más equilibrado de todo su territorio”, dice a “El Mercurio” el profesor Heinrich von Baer, director del Instituto de Desarrollo Local y Regional (IDER), dependiente de la Universidad de La Frontera.

En este escenario, la capital enfrentará graves problemas de congestión vehicular, contaminación y falta de energía, entre otros.

“Santiago ya ha superado el punto crítico de su crecimiento eficiente, generando externalidades cuyo paliativo demanda una desbordante cantidad de recursos, que se restan a la capacidad del país de invertir en nuevas y mejores oportunidades de desarrollo”, agrega el actual presidente del Consejo Nacional para la Regionalización y la Descentralización de Chile (CONAREDE). ¿Pero cómo salvar a la capital?

Von Baer considera que la solución está en crear incentivos para invertir y trasladar industrias a regiones, así como desincentivos para instalarse en la capital.

También, agrega el ex rector, es necesario frenar la expansión del radio urbano de Santiago, así como “atraer y retener capital humano calificado en regiones” a través de programas ya existentes como Servicio País.